La asamblea general de la Asociación de Jefes de Policía Municipal de Madrid ha acordado en la reunión que mantuvieron el pasado 18 de mayo pedir amparo a la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, “ante la grave situación que está sufriendo el cuerpo, al que todos sus integrantes hemos dedicado nuestras vidas y sacrificamos diariamente”.
La decisión de los agentes se ha materializado en una carta en la que se solicitan “medidas urgentes en defensa de nuestra imagen, nuestro servicio y nuestra seguridad jurídica, ante los graves acontecimientos que se están produciendo en los últimos meses”.
Los funcionarios recuerdan la última reunión que celebraron con la alcaldesa y le replican que “no sólo no han mejorado las circunstancias que la motivaron, sino que las reiteradas quejas de nuestros asociados no han dejado de aumentar y se vuelve a requerir a esta Junta Directiva que pongamos en su conocimiento otras nuevas y muy preocupantes situaciones”.
La carta cita la apertura de expedientes administrativos contra dos agentes por “no obedecer las órdenes superiores” y “no actuar” contra el autobús de Hazte Oír cuando circulaba por las calles de Madrid. Se quejan de la ausencia de estas mismas órdenes para otros autobuses que han circulado por la capital de España.
Esta situación “nos hace pensar que se nos pretende utilizar ideológicamente”. “Dado que existen muy serias dudas –añaden- de que la Policía Municipal de Madrid pueda y deba actuar ante tales supuestos, ya que desde el marco normativo de las Ordenanzas Municipales y de la Seguridad Vial es muy dudosa nuestra actuación, creemos que utilizar la intimidación disciplinaria en estos casos incapacita necesariamente a cualquier cargo público que se empeñe en tales actitudes”.
También recuerdan que en las Fiestas de San Isidro un grupo musical se permitió “cagarse en la puta madre de todos los Policías Municipales”, además de en las del resto de integrantes del Cuerpo Nacional de Policía y de La Guardia Civil.
“Puesto que es fácil entender que la expresión de estos señores no era un recurso artístico ni musical, hay que concluir que su verdadera intención era acordarse de todas nuestras madres, ciscarse en ellas y, además, tildarlas de putas”, añade la asociación de mandos de la policía.
Piden a la alcaldesa que se aplique la normativa vigente en los supuestos de insultos a agentes de la autoridad en el ejercicio de sus funciones “y de las posibles alteraciones de la normalidad que debe orientar y presidir estos actos y que pusieran en peligro la integridad física y la seguridad de los asistentes a un acto público y multitudinario”.
Los jefes de Policía recuerdan que ningún responsable político o policial ha salido en defensa de la imagen del cuerpo, y que esto “es muy grave e inédito en Madrid”
Recuerdan que ningún responsable político o policial ha salido en defensa de la imagen del cuerpo de Policía Municipal, y que esto “es muy grave e inédito en Madrid”. Añaden que se ha intentado intimidar, “a través del director general de la Policía Municipal, a los policías que tuvieron una intervención “correcta, profesional y muy mesurada, por cierto” contra los que insultaban a sus madres.
También relatan cómo mientras a varios policías fuera de servicio, en el uso y derecho legítimo de manifestación reconocido a cualquier ciudadano, se les pretende sancionar con faltas graves y muy graves por expresiones que, al parecer, no son reconocidas por nuestra dirección general como libertad de expresión. Un concejal del equipo de Gobierno dijo recientemente que los insultos del grupo musical a los funcionarios entraban dentro de la libertad de expresión de los artistas.
Los mandos de la policía señalan que además de ser miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, “también somos ciudadanos y tenemos garantizados los derechos y libertades públicas de cualquier persona tal como reconoce la Constitución”. “En el ejercicio de un derecho constitucional consagrado como es el derecho de manifestación, pensamos que actuaciones como éstas incapacitan como cargos públicos a las personas que desempeñan tales responsabilidades”, aseguran.
Los funcionarios temen que la fiesta del 24 de junio de San Juan, que tenía mucha tradición en el cuerpo, sea como el año pasado un acto ‘escondido’ del que dicen que, cientos de agentes, no se sintieron representados.
“Los policías municipales –señalan- actuamos de acuerdo a la Ley y con imparcialidad; nuestra actividad no puede ser sometida al deseo del político de turno, porque en ocasiones ese deseo y la Ley no van en paralelo”.
Cuentan en el escrito que “hay mucha tensión en el cuerpo, cada vez más, y el clamor contra la lamentable gestión del director general, Andrés Serrano Sanz y del Coordinador General de Seguridad, Daniel Vázquez Llorens, es ya unánime y por ello debemos volver a pedirle el cese de ambos”.
