"Nos hemos quedado perplejos, pensábamos que estos gobernantes iban a ser diferentes, más cercanos y que todo iba a ser más fácil". Estas palabras en boca de un portavoz de los bomberos define la situación por la que atraviesan las relaciones de los bomberos de la ciudad con el Ayuntamiento de Madrid que preside Manuel Carmena.
Los bomberos convocados por CCOO, UGT y CSIF le han declarado a su concejal la guerra y su primera batalla será el próximo día 21 de noviembre. Ese día los tres sindicatos CCOO, CSIF y UGT se manifestarán ante el despacho de la alcaldesa para pedir su intervención directa "ante la situación del Cuerpo de Bomberos".
Este verano los bomberos se movilizaron ante la falta de personal y se negaron a hacer turnos extras. La respuesta del Área de Seguridad, que preside Javier Barbero, fue aprobar un decreto que obligaba a hacer guardias. Unos meses después el Ayuntamiento ha cambiado el nombre del decreto, "pero mantiene la misma filosofía, es decir, no te puedes negar a hacerlas", explica un portavoz de CCOO.
El mismo portavoz señaló que la carga de trabajo actual es inasumible, "no es normal" y sin embargo no se crean más plazas.
El propio Barbero dijo en un pleno que durante la fase de gobierno del PP se habían perdido 418 plazas. Ahora, señala CCOO, anuncian que van a crear 300 nuevas plazas,"cuando ni siquiera están llegando a las que se perdieron durante los años del Partido Popular".
Los sindicatos dicen que una de las razones por las que se ha producido el conflicto es porque han dejado la negociación en manos de la gerente de la ciudad, que es una persona lejana a los problemas que tienen en el Área de Seguridad.
En un comunicado denunciaron "los continuos incumplimientos y la gestión a base de imposición, y la negativa a dar la cara del responsable del Área, Javier Barbero, y la gerente de la ciudad, Carmen Román de llegar a un acuerdo con nuestro colectivo".
"La falta de efectivos es tan dramática -señalan- que este verano ha obligado a decretar guardias extraordinarias obligatorias, ante la situación de riesgo excepcional que supone no tener bomberos para cubrir las dotaciones mínimas marcadas en la carta de servicios de la ciudad de Madrid".
Denuncian "un convenio caduco y la mala gestión que el Cuerpo de Bomberos arrastra desde la época regida por Gallardón y Botella" y añaden que los actuales gestores hacen oídos sordos a las señales de alerta que ha presentado el servicio de extinción de incendios "sin importarles la situación real, como si todo funcionará por inercia, manteniendo estructuras y políticas pasadas que nos han llevado hasta este punto límite".
