La familia de Ángel, de 11 años, podrá este jueves enterrar al niño tras casi un mes de espera. Los primeros restos del menor de los primos desaparecidos fueron hallados el 11 de enero pero sus allegados no han podido darle sepultura por las pruebas forenses que se le han practicado. La Policía Nacional ya ha enviado al juzgado el informe final que determinará las causas de la muerte y si fue un suceso accidental o una muerte violenta, según informan fuentes de la investigación a Vozpópuli.
El cuerpo de Ángel fue entregado a la familia este miércoles. A lo largo del día de ayer cientos de personas se acercaron al Tanatorio de Carabanchel para darle el último adiós al joven. Está previsto que el entierro de este jueves sea aún más multitudinario.
Los primeros restos del menor, un pie, fueron localizados el pasado 11 de enero y las pruebas de ADN confirmaron posteriormente su identidad. Los agentes de la Policía Nacional continuaron las labores de búsqueda en la zona pero hace una semana dieron por concluidos los trabajos.
La Policía sigue pensando en un accidente
Los forenses realizaron la autopsia al niño pero los familiares aún desconocen su resultado ya que las diligencias se encuentran bajo secreto de sumario. La Policía Nacional ya ha enviado el informe final al juzgado de instrucción y en los próximos días se podrían conocer todos los detalles de las pesquisas.
No obstante, los agentes mantienen que la hipótesis principal de la desaparición y la muerte de los dos primos fue accidental. Según los investigadores, los jóvenes perdieron el último autobús de regreso a Madrid y pudieron haber dormido en los contenedores de la zona de Toledo. Cabe recordar que el día de su marcha estaba lloviendo y no tenían donde resguardarse.
Esa idea choca de forma frontal con la idea de sus familiares y su abogado, Marcos García-Montes. Los allegados de los primos consideran que aún quedan sombras en el caso y centran sus sospechas en el círculo cercano de Lucía, la exmujer de Fernando, el mayor de los fallecidos. El letrado está finalizando un peritaje que han realizado de los teléfonos móviles de la familia.
Testigos protegidos
Además, García-Montes ha asegurado a Vozpópuli que dos de las vecinas del piso donde vivía Lucía han manifestado haber escuchado a estas personas reconocer que habían matado a los primos. Por ello, han pedido al juez que se separen sus declaraciones del sumario principal y estas mujeres sean declaradas testigos protegidos.
Ángel y Fernando desaparecieron el pasado 10 de diciembre. Fueron a comprar un bocadillo en el Híper Usera de la calle General Ricardos en Carabanchel. La zona donde vivía el pequeño de ellos. El mayor residía en el distrito de Villa de Vallecas.
La familia sospecha que ambos fueron a Toledo para encontrarse con la exnovia de Fernando, Lucía. Desde el entorno de los fallecidos se investiga si hay testigos que constatan que los dos menores llegaron a estar en el piso okupa donde vivía Lucía.
Los dos primos sin teléfono móvil
Los dos primos llegaron a Toledo sin sus teléfonos móviles. Se dejaron sus dispositivos en casa de una forma supuestamten intencionada a requerimiento de la persona con la que habían quedado. "Es solo aplicar la lógica. Habían ido más veces y siempre al mismo lugar", detalla la familia.
El cadáver de Fernando, de 17 años, fue localizado el 15 de diciembre en esas mismas instalaciones. Cinco días después se confirmó su identidad y la Policía Nacional estableció un dispositivo de búsqueda en la zona para dar con los restos de su familiar.
La investigación de la desaparición está siendo realizada por la Comisaria de Policía Nacional de Puente de Vallecas mientras que las diligencias están siendo practicadas por el Juzgado de Instrucción número 3 de Toledo. Ese magistrado será ahora el encargado de dar por cerrado el caso o buscar nuevas pesquisas para cercionar la causa de la muerte de los dos primos.