La mafia napolitana está aprovechando los últimos coletazos del buen tiempo para dedicarse a su principal cometido: el robo de relojes de lujo en el distrito de Salamanca, según adelantan fuentes policiales a Vozpópuli. En las últimas semanas se ha vuelto a producir uno de estos sucesos. El Grupo 'Cronos' de la Policía Nacional va tras los pasos de esta organización criminal. Sus miembros están altamente cualificados y regresan a su país de origen tras los robos para impedir la actuación de los investigadores.
En este caso, el atraco se produjo el pasado viernes 24 de noviembre en la zona favorita de estos delincuentes: la calle Lagasca. La víctima, de nacionalidad española, había salido de comer de uno de los restaurantes de la zona y caminaba a la altura del número 17.
Los investigadores sospechan que ya dentro del establecimiento fue 'marcado' por alguno de los miembros de la organización criminal. De ahí que cuando abandonó el local fue abordado por el resto de integrantes de la banda.
Un reloj de más de 100.000 euros
Estos dos individuos agredieron al hombre y consiguieron sustraerle un reloj de la marca Patek Phillipe, que está valorado en más de 100.000 euros. Varias personas fueron testigos del robo con violencia y detallaron a los investigadores el perfil de los dos autores.
El principal responsable del atraco es alto y calvo de unos 50 años. Después de cometer el asalto se subió en una motocicleta tipo scooter de color negro. Se marcharon rápidamente de la zona y por el momento no se han producido arrestos.
La investigación de este suceso está siendo realizada por el equipo especial del Grupo Operativo de Investigación Zonal (GOIZ) Cronos. Los miembros de esta unidad resuelven el 90% de los casos que llegan a sus manos.
El Cronos acabó hace casi un mes con una organización criminal de venezolanos que se dedicaba a robar este tipo de relojes. Con la caída de esta banda, la mafia napolitana se hizo con el control de la zona y sus integrantes podrían ser los responsables de este atraco.
Los abrigos impiden ver los relojes
Hace unas semanas, Vozpópuli adelantó otro suceso de similares características en la calle Jorge Juan. Los testigos y las víctimas dieron descripciones similares en ambos casos. Habían salido salidos de sendos establecimientos donde fueron marcados por sus enseres.
Y es que la mafia napolitana está aprovechando los últimos coletazos de buen tiempo para llevar a cabo sus actos criminales. Estos especialistas en robar relojes tienen más complicado sus robos con la llegada del invierno. Los abrigos y la ropa son sus principales enemigos porque les impiden señalar a las víctimas y ver el valor de los que piensan sustraer.
Además, una vez que cometen una serie de robos vuelven a su país a esconderse una temporada para evitar la actuación de las autoridades. De ahí que los asaltos se cometan con semanas de diferencia. A pesar de ello, se encuentran de todas formas en el radar de los investigadores.
Uno de los líderes fue detenido
Los escenarios de estos atracos son los barrios de alto poder adquisitivo como los distritos de Chamartín o Salamanca. Una de las preguntas principales que intentan responder estos investigadores es: ¿Dónde acaban los relojes de alta gama?. "Hay un mercado negro. Los ladrones colocan rápidamente estos artículos de lujo pero no son robos por encargo", aseguran estas fuentes policiales.
No todos sus robos acaban bien. Como adelantó Vozpópuli, a finales de octubre en la calle Claudio Coello, esquina con Jorge Juan, en pleno distrito de Salamanca de Madrid, la Policía Nacional, en colaboración con la Policía Municipal, detuvo a uno de los líderes de la organización.
Había marcado a la víctima en un restaurante de la zona. Este italiano no tenía antecedentes en España pero sí había estado en prisión en Francia. Un nuevo caso que ha caído en Cronos. Un grupo policial que es puntual y siempre cumple con su objetivo.
Ojeador
Soy exactamente lo contrario que un comunista, o que un socialista o que un "marxistilla" de saldo y pose. Dicho lo cual, que un ser humano pueda permitirse el vomitivo el lujo de tener un reloj de 100.000 euros, para adornarse la muñeca, es para robárselo, por el procedimiento de cortarle la mano, y no perseguir al ladrón. Esa obscena ostentación, sólo propia de horteras nuevos ricos, quiero imaginar que tendrá una seria penalización en el Juicio Final. El dueño de la joya ... ¡¡que se jo-da!!
Urenga
"Un grupo policial que es puntual y siempre cumple con su objetivo." Digno de Matías Prats. Ha faltado poner .-) o "blink, blink".