Las taquillas tradicionales del Metro de Madrid desaparecen el próximo día 1 de abril. La empresa explica que de esta manera culmina “su plan de mejora de atención al usuario con la transformación de las últimas taquillas en un modelo de atención comercial directa”.
La decisión forma parte de los últimos acuerdos con los sindicatos, pero los representantes sociales se quejan de que la empresa ha empezado tarde la campaña de información. A partir de ahora las taquillas estarán cerradas y no venderán billetes, que se podrán comprar sólo en las máquinas expendedoras.
“Pero aún hay muchos ciudadanos, especialmente gente mayor, que no se acostumbran, y debían haber iniciado mucho antes una campaña ciudadana para explicarlo”, decía ayer uno de los sindicalistas de la casa.
Teo Piñuela, de UGT, también comparte esa opinión y se suma a las críticas de que debería haberse iniciado la campaña de información en el mes de enero, “pues los acuerdos para poner en marcha los operadores comerciales son ya antiguos”.
UGT se queja también de la falta de información sobre la seguridad en las zonas claves de las estaciones y quiere saber cómo se va a operar cuando se produzca una urgencia y no haya personal de la casa en la taquilla. Este personal es el que, tras evaluar la situación, toma las decisiones correspondientes cuando hay un incidente. UGT reclama que se aclare cómo se van a poner en marcha los nuevos protocolos.
Los supervisores comerciales estarán situados fuera y se les podrá ver tras un mostrador que se ha ido colocando en los vestíbulos de las estaciones
Metro informó que el nuevo modelo de venta de billetes “ya está presente en dos tercios de las estaciones de toda la red”. “A partir del 1 de abril, -señalan- las últimas 92 estaciones que aún cuentan con taquillas modernizarán su servicio. El supervisor comercial puede atender al usuario en cualquier punto de la estación. Se trata de un sistema de atención directa y personalizada al cliente, que sustituye a las tradicionales taquillas de venta, sin eliminar puestos de trabajo”.
Estos agentes estarán situados fuera y se les podrá ver tras un mostrador que se ha ido colocando en los vestíbulos de las estaciones.
Metro de Madrid “inició este proceso de modernización de las estaciones para ofrecer una mejor atención al viajero al inaugurarse la línea 12, Metrosur, en 2003”, según informó la empresa.
“Desde entonces –según explicó la empresa- varias líneas han ido implantando este modelo y todas las ampliaciones que se han ido realizando a lo largo de estos últimos catorce años se han construido con este modelo”.
El supervisor comercial ayudará a los usuarios que lo necesiten a comprar el billete en las máquinas billeteras, asesorarles en cualquier trayecto o facilitarles información que necesiten sin un cristal de por medio.
Además se ocuparán de supervisar el estado de las instalaciones de su estación, “de tal modo que se podrá agilizar las reparaciones de las instalaciones que lo necesiten ya que podrán avisar a los encargados del mantenimiento de una manera más ágil y rápida en caso de que sea necesario”.
En 2016 Metro obtuvo la mayor parte de la recaudación a través de pagos por medios electrónicos, en concreto, el 52% del total. La empresa aclara que “el cambio de personal de taquilla a supervisor comercial está consensuado con todos los sindicatos de Metro y aparece como uno de los compromisos que tomó la empresa en el convenio colectivo 2016-2019, firmado por la dirección y los representantes de los trabajadores”.
Fruto de este acuerdo, Metro contratará antes de que acabe 2019 un total de 590 nuevos trabajadores, entre los que destacan 350 nuevas plazas de jefes de sector, que ocuparán los puestos de supervisor comercial.