Madrid

La 'ruina' del asesino de la boda de Torrejón: su clan huye de Madrid por temor a la venganza

Los familiares de Micael Da Silva Montoya, presunto autor del atropello mortal de la boda de Torrejón, han abandonado Villaverde (Madrid) ante el temor a una posible venganza del clan de Los Brunos

  • Atropello mortal de la boda de Torrejón de Ardoz (Madrid)

El clan de Los Brunos lloran en silencio y con privacidad a las cuatro víctimas de su familia que fueron asesinadas el pasado domingo durante una boda en Torrejón de Ardoz. La Policía Nacional ha dado por concluida la investigación y recae toda la responsabilidad del homicidio en Micael Da Silva Montoya, el portugués que conducía el vehículo del atropello mortal. Los pocos miembros directos de su clan que vivían en Villaverde (Madrid) ya se han marchado de la capital por temor a una posible venganza, según han informado a Vozpópuli fuentes de su entorno.

A las pocas horas de producirse el atropello, en la mañana del domingo, los miembros del clan Da Silva ya recibieron varias advertencias de lo que podría suceder si se quedaban en Villaverde. No fueron directamente amenazas, pero sí avisos. Una decena de ellos se marcharon de sus casas para resguardarse con otros familiares en diferentes puntos de España hasta que la calma vuelva.

Este martes pasará a disposición judicial

El responsable de la 'ruina' de esta familia no es otro que Micael Da Silva Montoya. Siempre ha sido considerado como uno de los allegados del novio lejanos más difíciles de su entorno. Nadie se sorprendió de que no fuera invitado al banquete que se celebrara en el Restaurante El Rancho en Torrejón de Ardoz. Acudió por educación a la ceremonia religiosa. Sí que llamó la atención que se presentara en el local cuando le habían advertido, por activa y por pasiva, que no era invitado. El portugués y sus dos hijos menores se presentaron en el establecimiento con más de 3.500 euros para ofrecer a los recién casados. El padre del novio le pidió que se fuera de forma educada. Se negó y agredió a uno de los invitados. Fue expulsado con puñetazos y patadas. El dinero no lo llegó a dar y los fajos de billetes se quedaron en el interior del coche con el que provocó la matanza.

El presunto conductor del coche que atropelló mortalmente a cuatro personas en una boda en Torrejón de Ardoz

Los investigadores del caso, el Grupo VI de Homicidios de la Policía Nacional, le tomaron declaración durante la tarde de este lunes en la Comisaría de Tetuán, según afirman fuentes policiales a Vozpópuli. Poco o nada pudo aportar a las diligencias. Alega que le dispararon y de ahí el atropello masivo. Los agentes aún no han encontrado restos de estas balas ni de armas de fuego. Está previsto que este martes pase a primera hora a disposición judicial, según fuentes jurídicas.

No tiene antecedentes recientes

Micael Da Silva Montoya no tiene antecedentes recientes en demarcación de la Policía Nacional. Sí que tiene detenciones previas por parte de la Guardia Civil por temas menores. Ahora se le acusa de cuatro delitos de homicidio y siete de homicidio en grado de tentativa. No hay más personas implicadas.

El coche con el que presuntamente se produjo el atropello mortal en la boda de Torrejón
El coche con el que presuntamente se produjo el atropello mortal en la boda de Torrejón

Los dos hijos menores de este portugués, que fueron detenidos con él, quedaron en libertad custodiados por la madre. En un principio se dijo que había un cuarto implicado, su sobrino, que había huído a pie. La Policía Nacional comunicó ayer que no se buscaban a más personas relacionadas con este suceso.

Las cuatro víctimas mortales pertenecen a la familia de la novia y al clan de Los Brunos. Dos de ellos, madre e hijo, Consuelo B.S., de 66 años, Casiano R.B. de 37, han sido trasladados al municipio cacereño de Navalmoral de la Mata, donde serán enterrados. Los otros dos Juan Manuel R. V., de 68, e Iván M. S., de 17, recibirán sepultura en Madrid.

Los novios piden respeto y privacidad

Todo el clan ha guardado su más respetuoso silencio sobre esta tragedia. No han levantado la voz y no piensan cargar en público contra el asesino de sus seres queridos. También niegan que la novia de la boda mantuviera ninguna relación con Micael o con su sobrino. Los heridos, en este caso de ambas familias, aún se recuperan en los diferentes hospitales donde se encuentran ingresados.

Los que también han desaparecido del panorama mediático han sido los protagonistas de la celebración: Rubén y Sonia. Desde su círculo más íntimo han reclamado a los invitados, que festejaron el sábado su enlace, que no publiquen más vídeos o fotos en redes sociales. Tampoco que se difundan en grupos fuera de los allegados. Una petición difícil de cumplir, ya que había más de dos centenares de invitados a la boda. Un festejo que siempre será recordado por los que acudieron al mismo. La alegría y los bailes del inicio se tiñeron de sangre.

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