A medida que surgen revelaciones del 'caso Madrid Arena' aparecen nuevos protagonistas: el promotor Miguel Ángel Flores, el equipo de Gobierno local, la dirección de Madrid Espacios y Congresos, el operario lenguaraz del Samur, las empresas de seguridad Kontrol 34 y Seguriber… El último lío golpea desde hace varias semanas a la Policía Local, cuya cúpula ha entrado en una especie de espiral de acusaciones y filtraciones a los medios, con imputaciones mutuas de manipulación de pruebas o negligencia, por citar dos casos.
Mientras se dirimen estos días en los juzgados de Plaza de Castilla las responsabilidades de los altos cargos (el jefe policial Emilio Monteagudo, la responsable del Distrito de Moncloa Cándida Jiménez…), la instrucción sigue su curso, revelando nuevas pruebas, nuevos datos vinculados a la avalancha mortal en el pabellón municipal la pasada noche de Halloween. La enésima y última prueba, un informe del Área de Gobierno de Seguridad y Movilidad (dirigido entonces por Antonio De Guindos) relativo al Distrito de Moncloa-Aravaca, más concretamente a “la situación de la Plaza de España y su entorno”. Y una conclusión rotunda: “Se hace necesario reforzar el servicio policial que actualmente se presta en la zona, sobre todo los fines de semana”.
"Afrontar el problema con garantías"
El documento es breve, cinco páginas, está fechado el 31 de octubre (las muertes ocurrieron en la madrugada del 1 de noviembre) y básicamente se centra en analizar los alrededores de la emblemática plaza, que comparte distrito con el Madrid Arena, ubicado en la Casa de Campo. El término de la Plaza de España se subdivide en seis puntos, cada cual peor de acuerdo con el informe: “afluencia de personas”, “zona de ocio” (donde aparecen discotecas de Flores), “presencia de indigentes”, “prostitución”, “zona de concentración de tribus urbanas y de masas” y “venta ambulante y venta de drogas”. “Influenciado por todas estas variables”, reza el texto, hay que incrementar el número de efectivos “para afrontar la problemática expuesta con ciertas garantías de éxito”. Por el día en que fue escrito, el informe tuvo el don de la oportunidad.
La referencia al aumento de agentes es breve, pero no puede ser más certera. El escrito policial tiene un hueco para el efecto que la crisis económica ha tenido sobre este cuerpo: “Hay que tener en cuenta que la actual situación de recortes ha afectado al número de policías que venían reforzando de manera extraordinaria el servicio nocturno esos días concretos”.
Prostitutas, droga, "góticos y EMOS"
Cualquiera que se acerque a la céntrica Plaza de España, punto donde termina la Gran Vía, puede verificar lo que se apunta en el texto. “Se han venido concentrando multitud de indigentes de los que podemos decir que ocasionan un deterioro de la zona”. A ellos, añade, “les tenemos que sumar la presencia de un creciente número de ciudadanos rumanos de aspecto muy desaliñado”. También se habla del “botellón por el cual se vienen concentrando jóvenes [en la plaza y alrededores], con la excusa de beneficiarse de un precio menor que en el interior de los locales”. ¿Qué locales? “La ubicación en la zona de Princesa 3 de dos discotecas (Marco Aldani y Pirandello, ambas copropiedad de Flores en aquellas fechas) perturba el descanso de los vecinos”.
Más adelante se indica la concentración de pisos en los que se ejerce la prostitución, así como calles en las que se da el trapicheo de sustancias ilegales. Y en un arrebato de modernidad, el informe termina señalando la presencia “de góticos y EMOS, a lo que debe de unirse las concentraciones de masas de personas atraídas por las discotecas o los eventos como el día del Orgullo Gay…”.
