Diviertt, la empresa organizadora de la fiesta del Madrid Arena, ha asegurado hoy que no tenía "autoridad alguna" en la seguridad del evento en el que murieron cuatro jóvenes, ya que ésta competía a la empresa Seguriber, contratada por la propietaria del recinto, que es el Ayuntamiento de Madrid. Diviertt ha hecho públicas estas explicaciones justo después de que el Ayuntamiento de Madrid haya anunciado que presentará una denuncia en el juzgado contra el promotor de la fiesta.
En un comunicado, Diviertt responde a las informaciones "inexactas" y "especulativas" sobre su responsabilidad en la avalancha durante la macrofiesta del pasado día 31 y defiende a su propietario, Miguel Ángel Flores, del que destaca su "amplísima experiencia" en la organización de este tipo de eventos.
Diviertt insiste en que "la seguridad integral" (exterior e interior) correspondía Seguriber, que tenía la competencia "exclusiva y excluyente" en materia de seguridad en el Madrid Arena, en virtud del contrato firmado con Madrid Espacios y Congresos. Según la empresa organizadora, correspondía a Seguriber determinar y llevar a la práctica el plan de seguridad, para el que ésta asignó 38 vigilantes, sobre los que Diviertt "no tenía potestad ni autoridad alguna".
"Sólo estos profesionales, con carné de vigilantes de seguridad, podían ejercer la función de organizar, vigilar y controlar" los accesos al recinto, de supervisar las cámaras de seguridad y de dar aviso ante cualquier incidencia. Detalla que Seguriber destinó a seis personas a garantizar el orden en el interior del Madrid Arena.
Además, recuerda que la Policía Municipal es la competente para velar por el orden y la seguridad en los aledaños del pabellón donde, dice, que se produjo "un botellón multitudinario".
El aforo en entredicho
La organizadora del evento niega las cifras de aforo que se han manejado en algunos medios de comunicación, aunque no aporta datos sobre las entradas que se vendieron, y subraya que están realizando "las debidas comprobaciones" para determinar si hubo irregularidades en la venta. Recuerda además que el pabellón es una instalación municipal y, "en consecuencia, es responsabilidad del Ayuntamiento de Madrid garantizar que el recinto reúne las condiciones técnicas y de seguridad necesarias para celebrar el evento".
También subraya que la Delegación del Gobierno, los técnicos de la empresa municipal Madrid Espacios y Congresos y la compañía de seguridad Seguriber inspeccionaron el recinto, conforme al protocolo exigido.
Con todo, la organizadora asegura que adoptó "a voluntad propia" la decisión de contratar un total de 63 "controladores" de la empresa Kontrol 34, cuyas funciones se limitaban a recibir a los asistentes en el recinto, guiar su acceso, ojear el desarrollo de la fiesta y avisar a los responsables de seguridad en caso de problemas.
Además, el personal contratado por Diviertt realizaba labores de traslado a enfermería si fuera necesario y en ningún caso podían realizar funciones de seguridad como cacheos a los asistentes, registro de mochilas o bolsos.
Defensa al propietario
El comunicado de la empresa organizadora también defiende a su propietario, Miguel Ángel Flores, "reputado y reconocido" empresario del sector, que en los últimos 15 años ha organizado más de un centenar de eventos, ha recibido numerosos premios y ha ocupado diferentes cargos en instituciones del sector del ocio.
Entre ellos, cita que Flores ha sido vocal de la Cámara de Comercio de Madrid; de la Asociación Empresarial de Hostelería de la Comunidad de Madrid, Laviña y de la Federación Nacional de Salas de Fiestas (FASYDE) y Vicepresidente Primero de la Asociación de Salas de Fiestas y Discotecas de la Comunidad de Madrid (ASFYDIS).
Además, recuerda que Miguel Ángel Flores tiene la Medalla al mérito profesional y Premio al Prestigio y la Calidad y que la empresa que dirige cumple con la legalidad, si bien reconoce que "como cualquier operador económico" en el marco de sus actividades se ha visto obligada a incoar procedimientos judiciales o es parte demandada de otros incoados por terceros.
Lo que sí rechaza Diviertt es "conexión alguna" entre Flores y causas judiciales de corrupción con las que algunos medios de comunicación, dice, le han vinculado "de forma torticera y deliberada", por lo que emprenderán las acciones legales que consideren oportunas.
Por último, la empresa organizadora reitera sus "más sentidas condolencias" a las familias y amigos de las cuatro jóvenes fallecidas en la fiesta.