7.716 migrantes entraron de manera irregular en España durante el verano de 2017, 5.924 de ellos por mar y 1.792 por tierra. La cifra contrasta con las registradas entre julio y septiembre de 2016, que reflejaban 2.460 entradas por mar y 1.792 por tierra. De esta forma, España experimentó un incremento de casi un 90% de entradas ilegales durante este verano, tal y como ha informado el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) con su última actualización de datos de flujos migratorios.
Este incremento contrasta con las cifras recogidas en Italia, que revelan un significativo descenso de llegadas ilegales. Según el informe, Italia recibió a 21.700 personas entre julio y septiembre. Se trata de la cifra más baja registrada por este país en los últimos cuatro años.
Además, ACNUR indica que 17.217 personas entraron de manera ilegal en España hasta septiembre, 12.435 por vía marítima y 4.782 por medio terrestre. La actualización también refleja que al menos 170 migrantes fallecieron en el intento, cifra que destaca al compararla con el número de muertes del año pasado, que no alcanzó las 50 personas.
Los migrantes utilizan los métodos de transporte más inusuales para llegar a España: Windsurf y motos de agua
De los ciudadanos que llegaron por vía marítima, la mayoría procedían de Marruecos (20%), Costa de Marfil (15%) y Guinea (12%). Por su parte, las entradas por vía terrestre se dieron principalmente desde Siria, registrando algo más de 1.500 migrantes hasta septiembre. El informe también detalla que la mayoría de entradas de este tipo se producen a Melilla.
ACNUR ha destacado el incremento del número de migrantes marroquíes en España desde el mes de junio, una subida “significativa”, según informa Europa Press. También ha aumentado el número de métodos de viaje. Actualmente, los migrantes viajan en motos de agua, windsurf, botes hinchables y barcos de madera, que llegan a albergar hasta a 60 personas.
