"A mí me gusta centrarme en la política municipal, pero estos ocho meses de experiencia como alcaldesa me hacen insistir mucho en la conveniencia de descartar que pueda haber otras elecciones. El resultado electoral indica por dónde hay que ir, que se debe romper con la corrupción y con la manera enfermiza de hacer política de estos últimos años". Así respondía Manuela Carmela al ser preguntada en una entrevista en Cadena Ser sobre los posibles pactos de Gobierno para llegar a La Moncloa.
La alcaldesa de Madrid, en el foco de la polémica estos días por la obra de títeres programada para carnaval y por los problemas con la Cátedra de la Memoria Histórica, ha sido también tajante al afirmar que no va a cesar a la concejal de Cultura, Celia Mayer. "Creo que no debería cesar, somos un equipo y podría resentirse si yo ceso a una persona de una manera injusta, y yo creo que hacerlo ahora sería injusto. Lo que creo que hay que hacer es reforzar el área", defendía.
"Somos un equipo y podría resentirse si yo ceso a una persona de manera injusta. Creo que cesar ahora a Mayer sería injusto"
Sin embargo, sí que admitía que ni siquiera la propia Mayer está satisfecha con lo que ha pasado, porque "se han cometido dos errores" y ella misma no está contenta. "Ayer las dos íbamos viendo cómo hacer la reestructuración con el tema de la Memoria Histórica y del error en la programación cultural, y lo vamos a hacer juntas, que creo que es como se deben hacer las cosas", declaraba, siempre partidaria de sentarse a dialigar y a escuchar propuestas.
"Cuando nos equivocamos hay que reconocerlo, luego reparar lo erróneo y después ver cómo hacemos para que no vuelva a ocurrir. Hay que revisar el área de Cultura y ver qué ha fallado. Se trata de un sector enormemente vivo, con un papel determinante en desahucios, en las mareas, etc, y es un colectivo muy sano, pero tienen falta de experiencia en la estructura institucional. Tengo personas muy preparadas, pero cuesta un poco aceptar que es necesario cumplir rigurosamente todos los pasos administrativos. Tengo que analizar bien las responsabilidades, construir un equipo humano es difícil. Lo grave fue la descordinación, no se supo por qué se eligió esa obra ni por qué nunca se advirtió que eran títeres para mayores", decía sobre la polémica de los titiriteros. "En el programa aparecía que era para todos los públicos. Es un error importante. Para mayores los veo un poco simples -la obra- y para niños los veo inadecuados. Desde luego no era para niños", comentaba.
La alcaldesa añadía que en estos ocho meses al frente del consistorio, lo único que le disgusta es el lenguaje político, el insulto sistemático. "En los plenos sufro, porque doy la palabra y parece que es obligado hablar de malas intenciones, se instrumentaliza la política. Ayer estábamos decidiendo sobre el convenio de colaboración de transportes y todos estábamos de acuerdo, o todo el mundo votó casi lo mismo, pero estuvimos dos horas con insultos", lamentaba.
Carmena considera que tiene un equipo cohesionado, pero que lleva sólo ocho meses en el poder y necesita mejorar. "Los concejales formamos un elemento muy interesante pero lo que tenemos que reforzar son nuestras propias estructuras de asesoramiento de los concejales", sentenciaba.
