El buen tiempo de la temporada pasada terminó con el cierre de la terraza Ramses, en plena Plaza de la Independencia. Cuando las terrazas de Madrid comienzan ya a llenarse, los empresarios del sector temen que el Gobierno municipal se descuelgue con normas más duras para este negocio en las próximas semanas. El cierre de Ramses era esperado porque su superficie superaba a la que le estaba permitida e, incluso, también tenía más material del debido colocado en la calle. Pero fue, para muchos, una advertencia de lo que puede pasar en los próximos meses en la hostelería, según dijo un empresario del sector.
El Ayuntamiento se comprometió, poco después de la clausura de Ramses, a potenciar la comisión de terrazas y quioscos para garantizar el correcto funcionamiento de estos negocios, pero también el aprovechamiento del espacio público. En los últimos meses el equipo de Gobierno ha trabajado para evaluar los límites y los obstáculos que estos espacios pueden ocasionar y está elaborando un nuevo texto que regule al citado sector. El PP aprobó el año 2013 una nueva ordenanza tras la explosión de terrazas que se produjo en la ciudad entre el año 2009, cuando había 1.495 autorizadas, y 2012, cuando aumentaron a 3.740. Es decir, un aumento del 150%.
Los empresarios afirman que en las estadísticas municipales sólo figuran 61 quejas por ruido de terrazas el pasado año
La nueva norma tendía la mano y ampliaba el número de establecimientos que podían abrir este tipo de instalaciones para ayudar así al sector de la hostelería en plena crisis económica. El Ayuntamiento que dirige Manuela Carmena ha alegado en las primeras conversaciones el derecho al descanso de los ciudadanos para insinuar que habrá más restricciones en la nueva norma. Sin embargo, los empresarios afirman que en las estadísticas municipales sólo figuran 61 quejas por ruido de terrazas el pasado año.
Temor a nuevas normativas
Un estudio de los empresarios afirma que los veladores suponen la creación de entre 8.000 y 12.000 puestos de trabajo al año, por lo que esperan que la Corporación tenga en cuenta esta situación en la dinámica de crisis y de recuperación que nos encontramos. “Nos tememos que se apruebe una nueva normativa que sea restrictiva y que no podamos contratar a la gente de otros años”, explicó a este diario uno de los empresarios que conoce las conversaciones. Fuentes empresariales indicaron que en el mes de julio el Ayuntamiento deberá proceder a la renovación de las normas que regulan las terrazas y veladores y que se temen lo peor.
Por otro lado, el Ayuntamiento también trata de buscar una solución a las terrazas ilegales. La página somoschueca.com señalaba en una información que solo en el distrito Centro de la capital, uno de cada tres veladores que hay es ilegal. Esta situación ha provocado tensión entre los que pagan las concesiones y los que colocan mesas y sillas de forma irregular y que son retiradas por la Policía Municipal.
