El máximo órgano entre congresos del PP, La Junta directiva Nacional, se reúne hoy en Sevilla en apoyo al ya saliente líder de los populares andaluces, Javier Arenas. Mariano Rajoy se ha querido llevar para la capital hispalense la que será su primer intervención pública tras el Consejo Europeo del pasado jueves, determinante para el futuro de España. El presidente del Gobierno hará su intervención en abierto a los medios de comunicación donde se espera que dé algunas claves de futuro y desbroce el calendario del segundo semestre del año, aunque quizá mantenga la incógnita sobre la más que previsible subida de los tipos del IVA.
Se trata de dar, sin duda, un mensaje en clave interna sobre la sucesión del partido en Andalucía, donde Arenas ha puesto punto y final a su actividad política, pero también de cara al exterior, aunque todo depende de cómo arranquen hoy los temidos mercados.
Fuentes populares entienden que si bien este consejo marca un punto de inflexión en la construcción europea, con un horizonte de una unión fiscal y financiera a costa de pedazos de soberanía, "las turbulencias proseguirán". De hecho, hoy lunes 2 de julio se antoja determinante para evaluar si el alivio sobre la prima de riesgo y la espectacular subida de la bolsa del pasado viernes no han sido más que un espejismo o vienen para instalarse. En la memoria de no pocos populares está lo acontecido con el rescate de la banca, cuando se anunció una disponibilidad de 100.000 millones de euros. Entonces también Rajoy se fue al partido de la Eurocopa --en el que debutaba España-- con la sensación de que se había superado el bache. Pero no fue así ni mucho menos. Veinte días después existe el temor de que se produzca una situación paralela, con partido de la Eurocopa incluido, aunque esta vez se tratara de la final. De hecho, los populares se han instalado en el escenario de que no será hasta despuén del verano cuando empiecen a notarse de verdad los efectos una serie de acuerdos históricos destinados a cambiar el modelo fisal y bancario europeo.
El Gobierno ha optado por la cautela y la modestia, nda que ver con su reacción tras el anuncio de rescate de la banca
El Gobierno se ha puesto es un escenario de cierta, mucha, cautela. De hecho, el tono triunfalista de los mensajes de mediados de junio poco tuvieron que ver con los de este viernes. Incluso Rajoy negó que hubiera habido presiones o amenazas de "plantes" en el Consejo al tiempo que se molestó por subrayar que si alguien había ganado en todo esto ese era el euro. No quiso apuntarse ninguna medalla a pesar de que, no sólo la prensa española, sino la del resto de Europa fue unánime a la hora de evaluar que Madrid y Roma impusieron sus tesis de presente (inyección directa de dinero a la banca y no preferencia de los acreedores) y de futuro (unión bancaria con la creación de una autoridad financiera europea).
Porque si de algo sí se hace alarde, es del cambio del "eje por la triangulación", esto es, la sustitución del eje franco-alemán que protagonizaban Angel Merkel y Nicolás Sarkozy por el de la "triangulación", como lo llama un eurodiputado popular, al aludir a París, Roma y Madrid. Eso, hoy por hoy, parece lo único seguro mientras se espera, y se teme, cómo arranque hoy la bolsa y con qué prima de riesgo cerremos la jornada en una semana en que son muchos los países que necesitan captar liquidez en el mercado, con una Italia, por ejemplo, que no podrá pagar las nominas de agosto si no consigue 9.000 millones.