El PP trata de mantener su acuerdo con Ciudadanos, tras la 'oferta trampa' lanzada por Pedro Sánchez en el debate de investidura y del tenso diálogo entre Rafael Hernando y Pedro Sánchez en la última jornada de la sesión. Dolores Cospedal insistió varias veces en recordar que pretenden mantener ese acuerdo, 'de potenciarlo y ampliarlo', e incluso desveló que se ha mantenido un contacto con el líder de la formación naranja en las últimas horas. Rivera había deslizado que estarán a la expectativa para ver si el PP encuentra "algún candidato para una investidura viable". Esta frase provocó una airada reacción por parte del portavoz popular, Rafael Hernando, quien recordó que el que se queda es el que gana y el que pierde es el que se va y que "Rajoy es y será el candidato de su partido". La misma línea mantuvo Cospedal en su intervención, al subrayar lo tratado por el Comité Ejecutivo Nacional, en el que Mariano Rajoy desbrozó la dificultad del panorama para conseguir formar un gobierno.
"Unidad y fortaleza" en el seno de la formación conservadora, según la descripción de su número dos, y continuar en la misma línea en esta nueva etapa que ahora se abre tras el fracaso de la investidura. Hubo felicitaciones al equipo que negoció con Ciudadanos y también a Hernando por su firmeza en la respuesta al líder de Ciudadanos, quien insinuó la necesidad de que el PP presente otro candidato con mayores garantías.
Los miembros de la Ejecutiva no hicieron ninguna autocrítica, solo piña con su jefe de filas
Atar el pacto de investidura con Ciudadanos, que atraviesa momentos de enorme dificultad, es prioridad absoluta. Evitar que Rivera atienda la invitación formulada desde el POE para negociar un posible pacto a tres, con Podemos, sería la siguiente. Y cierre de filas absoluto en torno a la figura de Rajoy, tras la derrota en la sesión de investidura. "Seguirá defendiendo los resultados de junio, como ya hizo con los de diciembre", señaló la secretaria general del partido. No hubo críticas ni autocríticas por parte de los asistentes al cónclave. Los miembros de la Ejecutiva hicieron piña con su jefe de filas, quien les adelantó lo complicado de la actual situación. "Tenemos derecho a seguir intentándolo, porque nos han votado los españoles más que a ningún otro partido", mencionó Cospedal. "No se le puede seguir tomando el pelo a los españoles".
Hubo referencias al nombramiento de José Manuel Soria como posible director ejecutivo del Banco Mundial que la dirigente del PP se sacudió con el argumento de que el exministro es funcionario y economista del Estado y 'vuelve a su carrera'. Insistió en que no hay sombra alguna de corrupción en su carrera, ni vínculos con los 'papeles de Panamá'.
A la espera de las vascas
No habrá movimientos importantes a la busca de nuevos apoyos al menos hasta las elecciones vascas y gallegas, el 25 de septiembre. Y, naturalmente, se intentará hablar con el PNV, comentó. "Sánchez no ofrece argumentos. Y no hay alternativas a un gobierno del PP salvo que se apueste por peajes insoportables", mencionó. "Es el Rey quien ahora ha de adoptar la decisión pertinente".
El PP desconfía de los planes de Ciudadanos tras la intervención de su líder en la última jornada de la sesión de investidura. “Estaremos a la expectativa de algún candidato del PP que consiga una investidura viable”. Los dirigentes de Génova entendieron la frase como una nueva arremetida contra el liderazgo de Rajoy. Antes del pacto, y durante semanas, Rivera había animado a los militantes del PP a que apartaran a su jefe para conseguir sacar adealante la regeneración que precisa España. ¿Volvía a las andandas?
Dos minutos antes de votar ‘sí’ a la investidura de Rajoy, Rivera pareció reclamar un cambio de líder. Algunos miembros de su equipo se afanaron, tras la sesión, en contactar con los medios para explicar que se había entendido mal, y que ellos tan sólo pedían al PP que buscara más apoyos. Sáenz de Santamaría, según algunas versiones, incluso reprochó a la bancada del equipo naranja el ‘haberse pasado un pelo’. En el entorno de la vicepresidenta se negó esta ersión y se explicó que Sáenz de Santamaría tan sólo intrentó recabar explicaciones tras la extraña intervención de Rivera.
En Génova, no obstante, se teme que Ciudadanos, ‘reyes del zigzag’, caigan ahora en la oferta trampa que realizó Pedro Sánchez en su intervención, al anunciar que telefonerá a Rivera e Iglesias para salir del actual atasco. En el PP se da por hecho que el líder del PSOE intentará esta estratagema tan sólo para sacudirse la imagen de ser el gran bloqueador de la situación, de ser el máximo responsable de la parálisis institucional que atenaza a España desde hace ocho meses. “Ni quiere este pacto ni lo va a buscar, Sánchez sólo pretende que se celebren unas terceras elecciones”, comentaban, a la espera de la respuesta de Ciudadanos. Ya se ha hablado con él, desveló CospedalEn la formación naranja, después de haber puesto muchos kilómetros de distancia con el PP, su último socio, se han quedado en el terreno de nadie y temen que si rechazan la oferta de diálogo de Sánchez, con quien ya suscribió un acuerdo de Gobierno, se le endose la imagen del primo pequeño del PP, algo que horripila a algunos miembros de su dirección.