Han descubierto en Génova que Ciudadanos tiene un alma de izquierdas que le lleva a entenderse con el PSOE de cara a desbloquear la situación política. Rivera habla con Sánchez y se compromete a intentar que el PP abandone su postura refractaria y hasta se sume a un gobierno de transacción bajo presidencia socialista. O, al menos, que no obstaculice esta opción. El rechazo desde Génova está siendo frontal e intenso. "No se dan cuenta en Ciudadanos que más de la mitad de sus votantes proceden del PP. Si se entregan a Sánchez, está perdido", subrayan en estas primeras horas del baile de los pactos.
De pronto, el PP descubre que Ciudadanos tiene una dirección que simpatiza con la izquierda
Los dirigentes del PP han salido en tromba al advertir semejante la jugada. Tras el encargo del Rey a Pedro Sánchez para que prepare la investidura, las piezas han comenzado a moverse en el tablero. Algunas están descolocadas. De pronto, el PP descubre que Ciudadanos tiene una dirección que simpatiza con la izquierda. Ya se huelen la jugada en Génova. Sánchez lo intenta en primer lugar con Rivera, en un movimiento prácticamente imposible puesto que necesitaría de la abstención del PP para poder ser investido. Rajoy se niega en redondo y sus capitanes le respaldan. En consecuencia, el culpable de que no vaya a haber un gobierno sin radicales en España será Rajoy. Sánchez no tendrá más alternativa que acercarse a Podemos y a los periféricos separatistas. "El PP no quiere apoyar lo que siempre ha pregonado", viene a ser el resumen de la jugada. En Génova ya avizoran las presiones para que salte Rajoy a la búsqueda de la abstención complaciente del PP. Y que gobierne Sánchez.
Que la historia le juzgue
Juan Carlos Girauta, la voz de Ciudadanos en el Congreso, gran estratega de la formación naranja y principal asesor de Rivera, lo dejó muy claro este miércoles: "Si ante la posibilidad de un gobierno de transición que evite un pacto del PSOE con una fuerza rupturista, alguien pone por delante su nombre, su ego, sus intereses, pues que lo juzgue el pueblo y la historia". Ciudadanos señala directamente a Rajoy. La hace culpable en el caso de que no secunde el posible acuerdo de Ciudadanos con el PSOE. Un pacto que a Sánchez le seduce pero que siempre ha visto inviable. No salen los números. Necesitaría la abstención del PP para que la jugada resultara practicable.
Rajoy no cambia de libreto. Apuesta por el acuerdo entre las tres fuerzas constitucionalistas desde el primer día
El culpable de que no fragüe la 'gran coalición' sería, de esta forma, quien precisamente la ha venido impulsando, defendiendo, apadrinando y casi hasta suplicando. Rajoy no cambia de libreto. Apuesta por el acuerdo entre las tres fuerzas constitucionalistas desde el primer día. Ha intentado hablarlo con Sánchez, pero ha sido imposible. Al menos 18 veces le ha negado el diálogo el líder socialista en la campaña electoral. "No, no y no", eran las tres palabras favoritas de Sánchez para responder a la ofertas de Rajoy. "Llegó la hora de poner fin a los vetos", apuntó el secretario general del PSOE tras recibir el encargo del Rey. "El único que ha vetado ha sido el PSOE, y además, sólo a nosotros, que nos equipara con Bildu a la hora de negociar", comentan en Génova, decepcionados por el discurrir de los acontecimientos.
El vencedor es Rajoy
La opción de que Rajoy se abstenga para que culmine un gobierno PSOE-Ciudadanos no se contempla. Es un imposible, dicen en Moncloa. "Desaconsejaría que se hiciera", declaraba Cristina Cifuentes a esRadio. Sería una traición a los siete millones largos de votantes. Los principales portavoces del PP salieron este miércoles en tromba para dejar claro que tal alternativa es impensable. Rajoy es el candidato, Rajoy es el líder más votado, el PP es el vencedor de las elecciones. ¿Por qué no una abstención del PSOE para un gobierno PP-Ciudadanos?, responden desde Génova.
Rajoy ofreció a Rivera, en conversación telefónica celebrada hace unos días, la posibilidad de reunirse para explorar acuerdos. No se ha concretado aún esa cita. Rivera tiene cita este jueves con Sánchez. Significados dirigentes del PP descubren ahora que Ciudadanos tiene una dirección de izquierdas, 'gente que fue comunista o socialista en su juventud, especialmente el núcleo fundacional catalán", comentan ahora.
Rivera pretende convertirse en árbitro del posible 'acuerdo a tres', al igual que hizo en su día para lograr un arreglo en el reparto de sillas en la Mesa del Congreso. Este reto es más complicado. Rajoy no va a ceder ni se va a ir. Sólo pensaría en arrojar la toalla si Sánchez consigue ser investido y formar gobierno. Entonces emprendería el camino de retorno a Santa Pola. Su familia se lo agradecería. Pero de momento, no se mueve del terreno de juego. "Sánchez tiene la pelota, pero nosotros no hemos abandonado el campo. Seguimos aquí". Ahí siguen, a la espera de que el líder del PSOE se rompa las piernas en el intento. O se las rompan, piensan algunos de sus correligionarios del sur.
