La Operación Paso del Estrecho (OPE), uno de los mayores movimientos de personas del continente europeo, no se celebrará tampoco este verano después de que el Gobierno de Marruecos haya decidido, sin consultar con España, abrir líneas marítimas solo con puertos de Francia e Italia y excluir los españoles, que son los de mayor volumen de tráfico.
Preguntado por Efe el gobierno marroquí sobre si la decisión era exclusivamente técnica y había que excluir las consideraciones políticas, la fuente oficial no quiso pronunciarse.
Por su parte, una fuente del gobierno español explicó a Efe que la decisión se tomó sin haber negociado o consultado con España, con la que siempre se han preparado todas las OPE anteriores.
El anuncio fue comunicado anoche por parte del gobierno marroquí, en un momento de crisis bilateral con España recrudecida durante todo el mes de mayo y que Rabat ha calificado en varias ocasiones de "grave", producto de las condiciones de entrada y salida de España del líder del Frente Polisario, Brahim Ghali.
Sin embargo, ese anuncio se hizo dentro de un comunicado del ministerio marroquí de Exteriores en el que se anunciaba la apertura progresiva de los vuelos marroquíes con el exterior a partir del 15 de junio próximo, un anuncio en el que primaban exclusivamente consideraciones sanitarias.
Es más, el gobierno marroquí no ha dicho oficialmente que da por cancelada la OPE, ya que lo ha presentado de otro modo: según ese comunicado, la "Operación Marhaba" (que es como se conoce en Marruecos la OPE) tendrá lugar este año "a partir de los mismos puertos de tránsito que el año pasado", es decir los franceses de Marsella y Sète y el italiano de Génova.
El matiz es importante, porque para Rabat la Operación Marhaba incluye todos los movimientos de sus emigrantes que cada verano se producen desde Europa hasta llegar a Marruecos (incluidos los vuelos entre Europa y Marruecos), pero para España la OPE se circunscribe al paso de estos por territorio español y su embarque y desembarque en los puertos del sur.
En 2019, último año en que tuvo lugar la OPE (en 2020 fue suspendida por la pandemia) un total de 3.242.970 pasajeros y 760.215 vehículos transitaron por España durante esa operación, un 3% más que el año anterior, según las cifras del ministerio español del Interior.
Viajes más caros
Los puertos españoles que se ven más afectados por la no realización de la OPE son esencialmente Algeciras, Tarifa, Motril, Almería y Ceuta, que dejarán de recibir por segundo año consecutivo a los emigrantes marroquíes y van a sufrir cuantiosas pérdidas con la bajada de sus ingresos veraniegos.
Pero la noticia es especialmente lesiva para los propios emigrantes, que en Rabat son conocidos como MRE por el acrónimo de Marroquíes Residentes en el Extranjero, y que desde ayer se quejan en las redes por la decisión de su gobierno, que encarece sus viajes hasta hacerlos en muchos casos irrealizables.
A título de ejemplo, una familia de emigrantes de cuatro miembros que embarcaba en un ferry del Estrecho con su propio vehículo gastaba una media de 250 euros por trayecto, mientras que si lo hace desde un puerto de Francia o Italia le cuesta 1.300 euros, en el mejor de los casos.
Y mientras que un ferry en el Estrecho cubre la distancia en poco más de una hora en la mayor parte de viajes (los que salen de Algeciras o Tarifa), los ferris que salen de Sète o Marsella cubren su trayecto en unas cuarenta horas, con los consiguientes gastos a bordo.
El resultado, traducido a cifras, es que el volumen de personas que las navieras habilitadas para operar de esos puertos no superará las 250.000 personas, menos del 10% de las que llegan en barco en un año normal.
Fuentes de las compañías navieras dijeron a Efe que en Marruecos causaba mucha preocupación la aglomeración de viajeros en los puertos, los barcos y hasta las áreas de descanso, máxime cuando el país ha salido bien parado de los estragos de la pandemia del coronavirus, con cifras bajas de muertes y una tasa de vacunación de un tercio de la población elegida.
Según este razonamiento, y si lo que se quería era evitar el "efecto embudo" de los puertos del Estrecho, pudo haberse habilitado un ferry que saliera de Barcelona y que diera servicio a los 223.000 marroquíes que residen en Cataluña, pero el gobierno marroquí optó por dejar también a Barcelona fuera de las operaciones.