España

Matanza en la carretera de Calatrava: "Mi hijo se ha vuelto loco"

La discusión de un hijo, con problemas mentales, con su padre acabó con tres muertos y tres heridos en un tiroteo en Ciudad Real

Un tiroteo en Ciudad Real se salda con al menos un muerto y un herido
Un tiroteo en Ciudad Real se salda con al menos un herido grave y un muerto. Europa Press

La tensión dejó paso al dolor. La matanza ocurrida entre las localidades de Villamayor de Calatrava y Argamasilla de Calatrava (Ciudad Real) será una de las más recordadas en la historia de la crónica negra de España. Todo comenzó por una acalorada discusión entre un hombre, de 50 años con problemas mentales, con su padre, de 80. Un agricultor intentó mediar pero fue tiroteado por este individuo. Alejandro, un Policía Local, acudió con sus compañeros al aviso y fue asesinado de un disparo en la cabeza. La virulencia de este enfermo propició que los agentes de la Guardia Civil tuvieran que abatirle.

Una familia conocida y "normal"

El padre de este hombre había sido Guarda Forestal antaño y eran una familia muy conocida en Argamasilla. Tenía un rifle entre sus pertenencias. Los agentes sospechan que ese fue el arma con el que abrió fuego indiscriminadamente. Siempre mantenían un comportamiento ejemplar, según informan fuentes de su entorno a Vozpópuli. Un accidente provocó cierta discapacidad en el presunto autor de los hechos. Nada hacia presagiar en el pueblo lo que aconteció este miércoles en la finca que se encuentra en las inmediaciones de la CR-4116.

Todo comenzó en torno a las diez y media de la mañana cuando la discusión entre el progenitor y su hijo pasó a mayores y alertó a un agricultor que se encontraba laborando en la zona. Este hombre intentó mediar cuando el hijo por sorpresa comenzó a abrir fuego. También hirió a su padre que se alejó corriendo ensangrentado de la zona gritando: "mi hijo se ha vuelto loco y te puede pegar un tiro".

Alejandro, "un policía maravilloso y cercano"

Rápidamente se personaron en el lugar varias patrullas de la Policía Local de Argamasilla. El primero en intentar hablar con el autor del disparo fue Alejandro Congosto Gómez. Sin mediar palabra el hombre le mató de un disparo en la cabeza. "Era maravilloso, calmado, pausado y con los pies en la tierra", explica uno de sus compañeros a Vozpópuli.

Alejandro, natural de Talavera de la Reina, llevaba en el pueblo más de una docena de años. Se desplazó porque estaba muy agusto en esta localidad. "Destacaba por su cercanía y con el trato que mantenía con las personas", afirma este agente.

Tras acabar con la vida de este agente local, el hijo se atrincheró en la vivienda. Siguió disparando de forma indiscriminada contra las fuerzas del orden y los vehículos que transcurrían por la vía próxima. La Guardia Civil desplegó un fuerte operativo para cortar la circulación en la carretera y deponer al individuo, que permanecía en la vivienda con su arma de fuego. Finalmente fue abatido.

El balance de la matanza de Calatrava fue de tres muertos, entre ellos el hijo, y tres heridos. Tuvieron que ser atendidos el padre del atrincherado con diversas contusiones, un agente de la Guardia Civil y otro de la Policía Local. Todos se encuentran ingresados pero fuera de peligro.

Duelo y angustia

La tensión fue palpable en esta zona que, a pesar de ser rural, se encuentra muy poblada. Es un lugar de segundas residencias para muchos de sus habitantes pero que recibe un trasiego de personas en todas las épocas del año. El silencio reinaba a última hora de la tarde en las dependencias de la Policía Local. El recuerdo de Alejandro ha hecho mella en muchos de sus compañeros que no habían vivido nunca un suceso similar.

También era palpable el silencio del pueblo. Nadie podía encontrar una explicación a las terribles horas de angustia y tensión que se vivieron este miércoles. El teniente de alcalde de la localidad fue uno de los testigos del suceso. Vio salir corriendo al padre del agresor ensangrentado y pidiendo auxilio. Exigió que nadie se acercara a la casa para que no pusieran en riesgo sus vidas. El resto ya forma parte de la historia negra de España.

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  • E
    Edu S. Bueno

    Luego resulta que cerrar los manicomios y encaquestarle el loco a las familias es progreso.
    Igual sólo había que haber evolucionado aquellas instituciones a un trato más humano.

  • U
    Urente

    "tuvieran que abatirle"

    En Lo País ponían "matarlo", algo que no parece muy apropiado para definir una acción policial como ésta.