Los familiares de las víctimas del Madrid Arena (cinco chicas fallecieron) llevan meses pidiendo que se depuren responsabilidades y a día de hoy esto todavía no se ha producido. No al menos de forma eficaz. Al menos siete imputados por el juez Eduardo López Palop, instructor del caso Madrid Arena, conservan el cargo en el Ayuntamiento de Madrid.
Por si esto fuera poco, cada día van surgiendo nuevas revelaciones. Hoy cuenta el diario El Mundo que el promotor de la fiesta, Miguel Ángel Flores, contribuyó personalmente a masificar el recinto. De acuerdo con este diario, Flores quita con sus propias manos una de las vallas de seguridad y abre de esta forma un atajo para que miles de jóvenes accedan a la pista de baile.
Flores siempre ha defendido que fue la multitud congregada la que tomó al asalto los accesos del Madrid Arena, pero según recogen unas imágenes grabadas en vídeo, fue el promotor de la fiesta quien contribuyó a que se produjeran avalanchas y las consiguientes muertes.
Colarse en la fiesta era prácticamente imposible, ya que sólo entraban quienes habían pagado su entrada y pasaban por las taquillas. Sin embargo, es Miguel Ángel Flores quien abre un atajo lateral que lleva directamente a la pista de baile al percatarse de que la gente no podía pasar de forma fluida por la entrada principal del recinto, que llevaba al piso superior.
El promotor de la fiesta controló en todo momento cada detalle. El día anterior a la celebración del evento se le puede ver en varias imágenes impartiendo órdenes sobre dónde debían estar colocadas las taquillas. Controló al minuto la entrada de público a la fiesta, lo que desmonta su tesis de que fue la multitud la que tomó al asalto los accesos del recinto.
Falta de comunicación policial
Por otra parte, el diario El País desvela hoy la incompetencia de la Policía Municipal durante su actuación en el Madrid Arena. Cuenta este diario que la oficial y máxima responsable de la Policía Municipal en la fiesta, Cándida Jiménez, achaca la tragedia al consumo de alcohol o de estupefacientes en malas condiciones.
Es más, Jiménez llega a decir por radio a sus compañeros del 092 que a ver si se arreglaba todo pronto porque ella se tenía que marchar a las cinco y media de la madrugada. A esas horas ya se habían confirmado las muertes de dos jóvenes y otras tres estaban en estado crítico (finalmente fallecieron). En un momento dado de la noche, un agente del Madrid Arena se comunica con Cándida Jiménez y le pide que se desplace hasta el pabellón, porque la situación ya es bastante grave. La respuesta de Jiménez, que en ese momento está en Ciudad Universitaria, es la siguiente: “Estoy un poco alejada. Si es un problema respiratorio…”
Esta oficial de la Policía Municipal descarta que se haya producido avalancha alguna en el Madrid Arena y afirma convencida que las personas que han entrado en parada cardiorrespiratoria han consumido alcohol o estupefacientes. “El tema aquí es que no ha habido avalanchas, según nos comunica gente que ya está dentro y gente del SAMUR (…) Piensan también que puede ser que se haya hecho un corte de la droga o de las sustancias que hayan tomado y que esté en malas condiciones”.
Las comunicaciones entre el 092 y Jiménez se repiten a lo largo de la noche. Se le piden explicaciones de las posibles causas de las paradas cardiorrespiratorias y la oficial mantiene su tesis. El próximo 9 de mayo Jiménez tendrá que declarar ante el magistrado que instruye el caso, Eduardo López-Palop.
