La ministra de Asuntos Exteriores, Arancha González Laya, ha decidido finalmente que el embajador Carlos Bastarreche siga al frente de la embajada española en el Reino Unido "hasta que termine la negociación sobre la relación futura entre la UE y el Reino Unido, al estar ya en mitad de la recta final" del Brexit, según aclararon fuentes de Exteriores tras lo publicado por Vozpópuli este jueves sobre su cese automático al llegar a los 70 años.
Por tanto, el departamento de Laya exime a Bastarreche de la jubilación forzosa que impera en Exteriores para los embajadores de la Carrera Diplomática que llegan a esa edad por su condición de funcionarios, si bien el secretario de Estado de la Unión Europea, Juan González-Barba, no aludió a ello cuando se le preguntó al respecto este jueves en la Comisión de Asuntos Exteriores del Congreso de los Diputados.
Esta excepcionalidad con Bastarreche ya fue aplicada en abril durante el primer estado de alarma, subrayan las citadas fuentes, con el entonces embajador en Suecia, Gabriel Busquets, quien cumplió los 70 años el 10 de abril y permaneció en Estocolmo hasta el 21 de julio, momento en el que fue cesado mediante un real decreto publicado en el BOE. Su permanencia se justificó entonces por la situación del covid-19, que le impedía regresar a España, y luego por un viaje programado de Pedro Sánchez a principios de julio al país nórdico.
"Al cumplir los 70 años, (Bastarreche) deja de ser funcionario pero no embajador. Un embajador lo es por una decisión del Consejo de Ministros, que es soberano para designar a quien considere oportuno para representar a España en el exterior", se hace hincapié desde la Oficina de Información Diplomática (OID).
Fin a la 'doctrina Westendorp'
No era así hasta ahora, pues en 2006 hubo un caso muy parecido al del actual embajador en Londres que obligó al Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero a publicar un BOE (leer abajo) con el que se permitió a Carlos Westendorp, que era funcionario de la Carrera Diplomática, seguir al frente de la embajada en Washington más allá de los 70 años.
El propio Westendorp explicó ayer a este periódico que, en aquel momento, los servicios jurídicos del Ministerio recomendaron ese BOE, en el que se decretaba su "continuación" como embajador en Estados Unidos, por las "dudas legales" que había en torno al artículo 33 de la ley de la Función Pública de 1984 que establece la jubilación forzosa de los funcionarios.
Durante el Gobierno en funciones de Mariano Rajoy se aplazaron las jubilaciones de cinco embajadores ya que el entonces ministro José Manuel García-Margallo les prorrogó el mandato por la particularidad que tenía el Ejecutivo en aquellos momentos, ya que no podía nombrar a sus sustitutos.
Los casos de Busquets y Bastarreche en este 2020 se producen con un Gobierno que se encuentra con plenas atribuciones, así que son una excepción con poquísimos precedentes a la regla de jubilar automáticamente a los embajadores cuando éstos llegan a los 70 años.
