El Gobierno al completo y el rey Felipe VI volverán a verse las caras el 12 de octubre. La Moncloa y el Palacio de la Zarzuela ultiman los preparativos de un "acto militar reducido" en el Palacio Real para conmemorar el día de la Fiesta Nacional.
La pésima evolución del coronavirus en Madrid y los choques entre el Ejecutivo y la Casa Real habían sembrado dudas sobre el 12-O, pero fuentes consultadas por Vozpópuli confirman que habrá un acto castrense "breve, sobrio y escueto" en el que estará todo el Gobierno y las altas autoridades del Estado.
El 12-O será el reencuentro público entre Pedro Sánchez y Felipe VI desde su despacho de verano en el Palacio de Marivent el 12 de agosto. En estos dos meses, la Corona se ha visto sometida a una enorme presión por parte del Gobierno. Primero, con la salida del rey emérito a Emiratos Árabes.
Más recientemente, La Moncloa ha vetado la presencia del monarca en Cataluña y los ministros de Unidas Podemos han acusado al jefe del Estado de "falta de neutralidad". El titular de Consumo, Alberto Garzón, llegó a afirmar que el Rey maniobraba contra el Gobierno.
La incógnita a despejar es si los ministros de Podemos asistirán al 12-O. Se trata de la primera Fiesta Nacional desde que se formó el Gobierno de coalición. En el pasado, ningún representante de la formación morada ha estado en el desfile militar del 12-O del Paseo de la Castellana, salvo Manuela Carmona por su cargo de alcaldesa de Madrid.
A raíz de la crisis sanitaria, el vicepresidente segundo, Pablo Iglesias, reconoció en los meses más duros la contribución de los militares a la lucha contra la pandemia con la operación Balmis, pero la pasada semana provocó un enorme revuelo en las Fuerzas Armadas al decir que los uniformados no son "fundamentales" para seguir combatiendo el coronavirus, a diferencia de "médicas, enfermeros y profesores".
No habrá la posterior recepción
El Ministerio de Defensa suspendió antes de verano las celebraciones habituales del 12-O por la covid-19. Finalmente, el Gobierno ha decidido junto a La Zarzuela que no habrá el tradicional desfile terrestre, ni el paso de los aviones ni la posterior gran recepción en el Palacio Real con miles de invitados desfilando por el Salón del Trono para el besamanos con los Reyes.
El departamento de Margarita Robles abrió la puerta en julio a un evento más sencillo y menos multitudinario. La segunda ola del coronavirus ha golpeado especialmente a Madrid y se había puesto en duda incluso este evento. Al final, el acto castrense se celebrará en el Patio de la Armería, el mismo lugar en el que se desarrolló en julio el homenaje laico a las víctimas de la pandemia.
Es previsible que el 12-O haya un homenaje a la bandera y a los caídos en acto de servicio en el último año, como habitualmente se hace en el Paseo de la Castellana. Y que la Guardia Real monopolice en esta ocasión el evento en detrimento del resto de los ejércitos, que tendrían una presencia menor por una cuestión de espacio.
Las restricciones del coronavirus
Los organizadores se encuentran, además, con el problema de las restricciones del coronavirus, que son iguales para todos. Por ejemplo, los soldados deberían de guardar la debida distancia de seguridad entre unos y otros para evitar contagios, un hecho que dificulta que se mantengan en formación. Además, lo lógico es que Felipe VI pase revista con todos los efectivos portando mascarillas, al igual que el resto de invitados, empezando por los miembros de la Familia Real.
En las embajadas y consulados de España en el extranjero tampoco habrán recepciones. El Ministerio de Asuntos Exteriores remitió a finales de agosto una comunicación a las legaciones españolas para que únicamente hagan una celebración virtual. El departamento que dirige Arancha González Laya estudia ahora si es posible articular ese evento de manera global.
