El Congreso de los Diputados ha sido testigo este miércoles del debate de la quinta moción de censura de la democracia. La iniciativa ha sido promovida por Vox e incluye la candidatura de Santiago Abascal como presidente alternativo al socialista Pedro Sánchez, al que ha calificado de "mentiroso sin escrúpulos capaz de cualquier cosa para conservar el poder".
El objetivo, sostiene el partido verde, es "desahuciar" al Gobierno "del caos y la ruina" del Palacio de La Moncloa y convocar elecciones generales "antes de que termine este triste año".
Así lo ha prometido el líder de Vox desde la tribuna de oradores en referencia a un 2020 marcado por la crisis sanitaria, económica y social derivada de la pandemia.
A pocos metros del Hemiciclo, en la plaza de las Cortes, un grupo de manifestantes enfundados en banderas de España exigían la dimisión de Sánchez. "¿Dónde están? ¡No se ven! Nuestros votos del PP...", coreaban. Los de Pablo Casado continúan sin revelar el sentido de su voto ante la iniciativa.
Y Abascal se hizo eco en el Pleno. Su intervención comenzó poco antes de las 10.30 horas de la mañana después de que el diputado Ignacio Garriga le cediese el testigo.
El líder de Vox volvió a tender la mano a los 'populares' y les pidió respaldar su propuesta con vistas a conformar un Ejecutivo alternativo de "emergencia nacional y reducidísimo" y con personas de "distintas sensibilidades ideológicas".
"Les ofrecimos liderar la moción. La distancia política que nos separa es aún mayor, pero aún así les hemos dado el Gobierno de tres autonomías para evitar el social comunismo y para liberar a Andalucía de cuatro décadas de corrupción socialista", ha recordado para, acto seguido, pedirles el voto de cara a construir "una alternativa".
Para sorpresa de los presentes, también se lo ha pedido a los diputados socialistas. "Sabía que se iban a reír", ha reconocido el líder de Vox ante las muecas de la bancada socialista. "Pero les hablo en serio: tengo la certeza de que muchos comparten en privado el diagnóstico de muchos ex dirigentes socialistas, esos a los que admiraban tanto... Tienen la oportunidad de desmarcarse de la muerte y la ruina".
Según Abascal, la jornada servirá para que "cada uno de nosotros se retrate para la posteridad". Y ha negado haber presentado la moción por "tacticismo". "Para nosotros no todo es jugar al bingo y la demoscopia", ha defendido.
Su fin, insiste, llamar a las urnas "lo antes posible" en un clima "de libertad e igualdad de oportunidades". Quiere acabar un un proyecto político que le resulta "macabro". Tras asegurar que respeta a quienes han tachado la moción de censura contra Sánchez de "estéril e inoportuna", Abascal ha pedido "el mismo respeto" para los españoles que la apoyan porque "se trata de detener el proceso de destrucción de España".
Un proceso que, a su juicio, empezó con el ex presidente José Luis Rodríguez Zapatero y al que los socialistas habrían sumado a ETA y al "golpismo catalán". El candidato a presidente ha advertido que "nadie va a venir a salvarnos".
"A España solo la pueden rescatar los españoles. Dependemos de nosotros mismos para superar este momento y, en solitario, el país ha superado tiempos peores. Antes que Bruselas nos salvará Móstoles", ha enfatizado.
Abascal insiste: "El peor Gobierno en 80 años"
Abascal ha vuelto a calificar al Ejecutivo de Sánchez como "el peor Gobierno de España en 80 años de historia" y ha pedido al mandatario socialista que le citase "un solo país en el mundo que haya afrontado peor la pandemia de Covid-19". "No lo hay", ha zanjado para incidir en las tasas de contagios y fallecidos que afronta España "pese a haber sido condenada al confinamiento más severo".
Tras acusar a Sánchez de atacar al jefe del Estado, a la oposición legítima y a la justicia independiente, el dirigente de Vox ha apuntado que los diputados que hoy apoyen al líder del PSOE "serán responsables de sus fechorías".
Según Abascal el Gobierno de coalición ha traído a España "menos libertad, menos convivencia y más ideología". "Menos ley y orden y más golpismo y violencia política Menos trabajo y más subvenciones. Y menos respeto internacional para nuestra nación", ha lanzado.
Entre sus propuestas como candidato, el de Vox ha señalado el camino de Italia, que recientemente ha aprobado una reforma constitucional que elimina 230 escaños del Congreso y 115 del Senado. "Nos sobran los diputados que dicen no representar a la soberanía nacional y nos sobran 17 cámaras autonómicas", ha abanderado.
"El coste del Ministerio de Igualdad es de 180 millones. La portada de Vanity Fair más cara de la historia", ha cargado. También ha pedido prohibir los partidos "que buscan destruir la unidad nacional".
La inmigración ha sido otro de los temas recurrentes en su discurso. Ha pedido "deportar a los inmigrantes legales que cometan ilegalidades y a aquellos que hayan convertido el delito leve en su forma de vida".
Además, ha celebrado que en todas partes de Europa "están creciendo fuerzas y movimientos patrióticos, que no se van a quedar de brazos cruzados mientras unas oligarquías degeneradas convierten naciones enteras en estercoleros multiculturales". El "consenso progre" presente en los distintos parlamentos, afirma, no es apto para "reconstruir el futuro de Europa".
Referencias también a la Guerra Civil. "Es un fracaso de toda una generación de dirigentes políticos. No cometamos el mismo error. Además ustedes eligen a los que provocaron la guerra y encima la perdieron", ha señalado.
Con un tono más calmado que el de su jefe y que el suele emplear la cúpula de su grupo parlamentario, el diputado Ignacio Garriga arrancó su discurso rebatiendo los "numerosos juicios de valor" vertidos hacia su formación por haber recurrido a la moción de censura para exigir responsabilidades políticas al presidente del Ejecutivo.
Para Garriga, ahora candidato a la presidencia de la Generalitat de Cataluña, la iniciativa "no es una operación de marketing", "no refuerza la coalición social comunista" y "no solo tiene sentido si cuenta con los votos necesarios".