Colegio a colegio. La batalla del 1-O se libra en los centros escolares. La Fiscalía Superior de Cataluña ha advertido a los directores de cada institución que no colaboren en el desarrollo del referéndum, ya que incurrirían en un acto ilegal. Los Mossos colaboran desde el martes en las instrucciones dictadas por el ministerio público. Registran los centros escolares, señalados como posibles colegios electorales, para detectar cualquier tipo de infraestructura que pueda ser utilizada durante la jornada de la consulta. Papeletas de votación, urnas, instrucciones..., cualquier elemento sospechoso habrá de requisarse y trasladarlo al juzgado o a la Fiscalía.
De momento, la policía autonómica cumple con estas órdenes. El mayor Trapero asumió, en la reunión del lunes con el fiscal, su condición de policía judicial. Este miércoles habrá un nuevo encuentro con los responsables de los tres cuerpos de Seguridad con el coronel Pérez de los Cobos, designado por Interior para coordinar estos trabajos.
El fiscal de Cataluña prepara intensamente el operativo del domingo. El objetivo fundamental es que no haya urnas. Ni colegios dispuestos a recibir a los posibles votantes, al menos en las grandes ciudades catalanas. El fiscal superior, José María Romero de Tejada, pretende que los Mossos actúen en primera línea en este objetivo. La idea es que los efectivos de la policía autonómica ocupen los colegios en la tarde del viernes, una vez concluidas las clases, y no los abandonen hasta concluido el domingo, para evitar las urnas y las colas. En el caso de que haya algún problema con los Mossos, lo que puede ocurrir en algunos puntos de la comunidad, sería la Guardia Urbana quien haga ese trabajo, de acuerdo con los propósitos del fiscal que han trascendido en medios de la Generalitat.
El asedio a la Guardia Civil
La CUP, el grupo de extrema izquierda que impulsa a Puigdemont en su proyecto secesionista, ha anunciado la creación de unos comités de defensa del referéndum para proteger el desarrollo de las votaciones. La CUP pretende desplegar a sus militantes en los colegios dos horas antes de que comience formalmente la jornada electoral, para evitar la acción de la policía. De ahí que De los Cobos busque algo más eficaz. Quien llega primero se hace con el control de las mesas electorales. Y se evitan problemas de movilizaciones, desalojos, enfrentamientos y tensión. Los Mossos serán los encargados de cumplir con esta labor.
En el ministerio del Interior están convencidos de que no habrá sorpresas, pese a lo sospechoso de la actuación de la policía catalana en los episodios vividos la semana última en Barcelona, en especial en el asedio a los guardias civiles que revisaban las dependencias de la consejería de Economía.
