España

Piden hasta 1.080 euros de multa por pintadas en el bus de Cs del Orgullo de 2019 en Barcelona

La Fiscalía y el partido acusan a cuatro manifestantes de presuntas coacciones por motivos ideológicos

La Fiscalía ha pedido multas de hasta 1.080 euros a cuatro manifestantes del Orgullo en 2019 por presuntas coacciones, quienes han sido juzgados este martes por supuestamente impedir el paso y hacer pintadas a un autobús de Cs en la plaza Universitat de Barcelona para evitar que se sumaran a la convocatoria.

Fuentes fiscales han explicado que el Ministerio Público atribuye un presunto delito leve de coacciones con agravante de motivación ideológica a los cuatro denunciados, con una multa de 540 euros para tres de ellos y de 1.080 euros para el cuarto, a quien también atribuye un presunto delito de amenazas.

Las mismas fuentes han explicado que la fiscal añade el agravante de motivación ideológica por el contenido de las pintadas que se hicieron al vehículo y porque los manifestantes gritaron 'Os quemaremos el autobús' además de consignas como 'Fuera fascistas de nuestros barrios'.

La denuncia, interpuesta por un representante del partido y secundada por dos de las tres personas que iban en el bus, se presentó tras el incidente y después de que la organización de Pride! Barcelona excluyó a Cs de la manifestación, y por estos hechos el representante del partido también reclama una indemnización de 250 euros en concepto de daños morales.

En el juicio de este martes en el Juzgado de Instrucción 2 de Barcelona, uno de los hombres que estaba en el autobús ha explicado que una veintena de manifestantes rodearon el vehículo al pasar por la plaza Universitat, donde se concentraban unas 100 personas en total, y ha dicho que vivió "tensión y miedo" por las pintadas en el bus.

Ha remarcado que el vehículo no pudo salir de la plaza hasta que agentes de la Guardia Urbana le abrieron camino, y ha asegurado que no querían atravesar la protesta sino que les rodearon al pararse en un semáforo.

Otro de los hombres que iba en el autocar ha dicho que pasó miedo y nervios, y que le "temblaba el pulso al grabar" a los manifestantes.

Estos dos hombres que iban en el bus figuraban inicialmente como testigos y no como denunciantes, aunque el letrado ha sostenido que fue un error al redactar la demanda, y la jueza ha aceptado añadirles como denunciantes: esta decisión ha provocado la protesta de la defensa, que ha alegado indefensión, aunque la magistrada lo ha desestimado.

Los acusados ven "una provocación"

Por su parte, los cuatro acusados solo han contestado a las preguntas de sus defensas, que ejercen los abogados Xavier Monge y Norma Pedemonte. Han admitido que impidieron el paso al bus y han explicado que, al ver que el vehículo se paraba en la plaza, intervinieron para evitar que se incorporara a la manifestación.

La defensa considera que "las pintadas no pueden ser coacciones, porque desde dentro del bus no podían saber el contenido", y ha remarcado que las coacciones requieren que haya violencia e intimidación.

Además, han señalado Cs ya anunció antes de la manifestación que asistiría pese al veto, por lo que sostienen que "fue una provocación", que causó incidentes similares en otras ciudades como Madrid, Sevilla y Valencia.

Inicialmente, los cuatro manifestantes también fueron denunciados por un delito de daños al autobús, lo que no se ha mantenido después del juicio, ya que la empresa propietaria del vehículo no se ha personado en la causa.

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