Musgo cerrará todas sus tiendas y despedirá a sus empleados a partir del 22 de enero si la administración concursal no recibe ofertas para la compra de la unidad de negocio o las realizadas no fueran aceptadas.

En concreto, la cadena de tiendas de regalo, decoración y moda se encuentra en fase de liquidación y procederá al cese de la actividad de manera ordenada en sus 13 establecimientos y al posterior despido de sus 80 empleados. En un principio, la firma, con el apoyo de la administración concursal, realizará las gestiones necesarias para la captación de posibles compradores potenciales de la unidad de negocio en su totalidad o en parte.

De obtenerse más de una oferta, la administración concursal negociará con los oferentes con el fin de obtener la mejor postura y, tras la conformidad de la firma, autorizará la mejor velando especialmente por los derechos de los acreedores. El plazo para la realización de esta fase terminará tras la campaña de Navidad, el 5 de enero.

Venta total del 'stock' existente

En el caso de que no recibir ofertas o las recibidas no fueran aceptadas, Musgo continuará con su actividad hasta la venta total del 'stock' existente, sin que realice nuevos aprovisionamientos de existencias, según señala el auto. Una vez liquidado el 'stock' de cualquier punto de venta, éste será cerrado y su personal despedido, salvo que sea necesario reubicarlo en otro por necesidades puntuales, ante el posible incremento de la demanda que se pudiera producir por la campaña navideña.

En concreto, la firma cerrará el 22 de enero todas las tiendas que puedan permanecer abiertas, salvo las necesarias para la venta del 'stock' que aún pueda quedar, cuyo número no podrá exceder de tres, y su personal será despedido.

A partir del 20 de febrero, en el caso de quedar 'stock' en las tiendas, se trasladará al almacen, donde se realizará una subasta para su enajenación por la administración concursal o por una empresa especializada, sólo en caso de ser económicamente rentable. De no ser así, según recoge el auto, se procederá a su venta como chatarra o donación a entidades sin ánimo de lucro. El personal que quede en ese momento será despedido, excepto el necesario para atender el almacen y la administración de la concursada, debiendo ser el mínimo imprescindible.