Alberto Garzón, seis años al frente de Izquierda Unida y tres como ministro de Consumo con Pedro Sánchez. En 2016 comenzó su etapa como líder del partido y fue protagonista en la fusión con Podemos, algo que muchos no veían con buenos ojos. Formalizó la fusión con Pablo Iglesias bajo el nombre de Unidos Podemos, nombre, que años más tarde cambiarían por el mismo pero en femenino.

La etapa del excoordinador de IU en primera línea de política ha estado muy marcada por las críticas, tanto de sus opositores como a nivel interno. Son muchas las figuras, dentro y fuera de la formación quienes le achacan el declive Izquierda Unida. Lo hizo la entonces eurodiputada, Paloma López, allá por 2017, quien le señaló como responsable de lo que creía era una disolución de IU en Podemos. Esta corriente, que ha perdurado desde que se iniciaran los primeros acercamientos entre ambas formaciones, acusaba a Alberto Garzón de ser el responsable de que la federación de partidos de izquierdas se difuminara en Podemos, perdiendo el histórico partido su identidad.

Paloma López fue una de las voces discordantes, pero la crítica más conocida vino a través de Gaspar Llamazares, excoordinador federal de IU entre 2000 y 2008 y quien se pronunció en contra de la fusión con Podemos. Temía que la entrada de su formación en una coalición les llevara a sufrir el Síndrome de Estocolmo y no poder salir nunca de esa 'relación'. Llamazares pidió al entonces al exministro que no formalizara la alianza con los morados y mantuviera la identidad del partido, defendiendo que la unidad de la izquierda no dependía de esa alianza.

Garzón permitió los desprecios

En las elecciones regionales de 2021 a la Asamblea de Madrid, miembros de Izquierda Unida Madrid y del Partido Comunista de Madrid hicieron público su hartazgo, a través de un informe interno, de lo que decían era estar agachando la cabeza ante sus socios de Podemos. El descontento se hizo público a raíz de los comicios autonómicos de Madrid tras los cuales, ambos partidos llegaron a afirmar que sintieron haber sido despreciados por la formación de Iglesias en la negociación que se realizó para determinar las listas electorales. Denunciaron que Alberto Garzón, en la mesa de negociación entre IU y Podemos, permitió la "humillación" sufrida por Izquierda Unida Madrid.

El malestar entonces era evidente, y salió a relucir, no solo con el documento interno de Izquierda Unida, también con un audio de Whatsapp (filtrado por el diario ABC), en el que la número tres por Unidas Podemos, Vanessa Lillo, miembro del PCE, por ende perteneciente al sector de IU, atacaba a la cúpula del partido tras haber sido relegada de un segundo puesto al tercero.

"He pensado por un momento: 'Vane, pírate', y he estado a punto de irme, y no sé, si veis las imágenes, pues debe ser el cansancio, estoy como un poco lenta a la hora de aplaudir...Porque he dicho: "Sois unos sinvergüenzas y unas ratas", ahora sí, pero ni siquiera me mencionas, es que son la polla", decía la ya diputada en la Asamblea de Madrid.

En los elecciones generales de 2016, Unidos Podemos perdió más de un millón de votos en relación a los comicios de diciembre del año anterior, también sectores de la alianza electoral apuntaron a Alberto Garzón como responsable de esa fuga de votos.

Salida de Izquierda Unida

Tras siete años al frente de la histórica formación de Izquierdas, el 17 de noviembre de 2023, Alberto Garzón, en una carta a la militancia, anunciaba que dejaba la coordinación de IU y el ministerio que presidía, quiso que esa "meditada decisión" coincidiera con el fin de una etapa política.

Tras las elecciones generales del 23J, Garzón solo consiguió cinco asientos para su partido de los 31 escaños que obtuvo la coalición de Sumar en la que estaba integrado. Las continuas críticas desde dentro de su partido, sumadas a las de fuera, tras las cuales incluso en una ocasión el Gobierno tuvo que desmarcarse, y la pérdida de asientos a lo largo de la geografía española elección tras elección obligaron al ex de Consumo a tomar la decisión de salir de primera línea de la política y continuar con su vida desde otro punto. Los dos coordinadores federales que precedieron a Garzón llegaron incluso a criticarle sus maniobras y su alianza con Podemos, por lo que la salida del exministro fue más una presión popular interna que una sola decisión privada.

Las polémicas de Garzón

Alberto Garzón fue criticado en varias ocasiones durante su etapa como ministro de Consumo. El excoordinador de Izquierda Unida fue protagonista a raíz de una entrevista en el tabloide británico, The Guardian, en diciembre de 2021, cuando criticó el consumo excesivo de carne en España y como la actividad de las macrogranjas suponen un problema para el medioambiente, siendo, sector ganadero, responsable de los gases de efecto invernadero emitidos.

Tras conocer estas declaraciones asociaciones cárnicas y población clamaron contra el titular de Consumo, llegándose incluso a sumar dos presidentes autonómicos, Lambán y Mañueco, quienes señalaron que estas declaraciones podrían afectar negativamente al sector. Tras las críticas el Gobierno tuvo que desmarcarse alegando que eran opiniones personales, incluso el presidente, Pedro Sánchez, salió en defensa de la industria con las famosas palabras: "A mí donde me pongan un chuletón al punto... Eso es imbatible".

Otra de las polémicas del titular de Consumo fue cuando su objetivo era acabar con la sexualización en los juguetes y lanzó una campaña con una guía para que las familias pudieran elegir los juguetes para sus hijos sin prejuicios sexistas. «Queremos informar a las familias, sin culpar a nadie, de los perjuicios que tiene dejarse llevar acríticamente por la publicidad y elegir juguetes que reproduzcan los estereotipos sexistas que tantos problemas generan», explicaba el entonces ministro.

Nuevamente, estas declaraciones crearon tensiones con el sector desde la Asociación Española de Fabricantes de Juguetes (AEFJ) denunciaron la instrumentalización de los niños en la campaña liderada por Consumo. En un comunicado, la AEFJ expresaban su apoyo a la reivindicación de Garzón, pero puntualizaban que no era ni «justo» ni «razonable» que la estigmatización de la industria juguetera.

Una de las banderas de Alberto Garzón en su etapa al frente de Consumo fue su guerra contra el 'juego'. En julio de 2020 entraba en vigor la Ley de Regulación del Juego, o Ley Garzón, que limitaba la publicidad y prohibía los anuncios de casas de apuestas en la equipación deportiva. Lo que en teoría era la oportunidad para que el juego dejara ser un problema social acabó, con un Garzón frenado, nuevamente, esta vez por el PSOE. Los anuncios no quedaron tan limitados y las casas de apuestas no se redujeron un 90% como prometían desde Unidas Podemos, al considerarlo los socialistas como medidas populistas y muy difíciles de llevar a cabo.

Pero quizá la mayor de las polémicas en las que estuvo envuelto Alberto Garzón fue su casi fichaje por Acento, la consultora política fundada por el exministro socialista José Blanco, el claro ejemplo de las tan criticadas puertas giratorias. Así anunciaba el exministro el pasado febrero de este año su incorporación a la consultora en la figuran personalidades políticas como Elena Valenciano o Valeriano Gómez, ambos del Partido Socialista o Elena Pisonero, José María Lassalle o Alfonso Alonso del Partido Popular.

Tras conocer esta noticia las críticas no tardaron el llegarle y que estaba haciendo aquello que había sido tan criticado tanto por él como por sus compañeros de partido. Y es que tan solo un día después se vio forzado a echarse atrás y 'rechazar' el puesto que le había sido ofrecido. "Tras la incomprensión suscitada en el espacio político, y con la intención expresa de no dañar a las organizaciones a las que tanto tiempo y energía he dedicado de mi vida, anuncio mi renuncia a incorporarme como tenía previsto", expresaba el ex de Consumo en sus redes sociales.

Una nueva etapa

Ahora, exministro de Consumo, Garzón, anuncia, a través de su cuenta de X, una nueva etapa para su currículo. Tiene intención de incorporarse como investigador en el Instituto de Ciencia y Tecnología de la Universidad Autónoma de Barcelona (ICTA-UAB) próximamente. tiene la intención de incorporarse como investigador en el Instituto de Ciencia y Tecnología Ambientales de la Universidad Autónoma de Barcelona (ICTA-UAB) próximamente.

Tengo el placer de anunciar que para el próximo curso me incorporo como investigador en el @ICTA_UAB

Realizaré mi tesis en economía biofísica con un equipo maravilloso: la tutoría de @g_kallis y la codirección de @jasonhickel, @yayo_herrero y Jesús Ramos. pic.twitter.com/ECoTDMLF36

— Alberto Garzón? (@agarzon) July 15, 2024

La incorporación de Garzón tendrá lugar el próximo curso en un centro que multidisciplinar que promueve la formación e investigación de posgrado en ciencias ambientales. Según la web de la universidad este centro tiene como finalidad la comprensión

Este centro, según precisa la web del ICTA-UAB, tiene la finalidad de mejorar la comprensión del "cambio ambiental global, y de la naturaleza y las causas de los problemas ambientales" a la vez que estudia estrategias, políticas y tecnologías que fomenten la transición a una economía sostenible.

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