El Consejo de Ministros tiene previsto aprobar una amplia modificación de la ley de extranjería este mismo martes 19 de noviembre. Entre los temas a tratar y a modificar en la nueva norma se encuentran la reagrupación familiar, la simplificación de la burocracia y, en definitiva, conseguir unas vías de migración ordenadas. Pero, ¿qué plantea el Gobierno exactamente para conseguirlo? Estas son algunas de las medidas expuestas por Elma Saiz, ministra de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones:
• Reducir plazos y eliminar duplicidades procedimentales.
• Trasponer varias directivas europeas pendientes.
• Velar por los derechos de aquellos que buscan regularizarse en España.
De esta manera, se pondría en marcha una reforma que fue anunciada hace ya cerca de un año, concretamente en diciembre del pasado 2023. La llegada de la norma se ha retrasado, ya que estaba prevista para llevarse a cabo durante la primera mitad de 2024. Finalmente, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, anunció en el Congreso que llegaría al Consejo de Ministros en noviembre. Así, la ley de extranjería no se ha tocado desde 2022, momento en que se creaba la figura de "arraigo para la formación". Esta permite a aquellos que han vivido dos años en España regularizar su situación si se forman en una profesión demandada por el mercado laboral.
Novedades de la Ley de Extranjería
Trabajar en la mejora de la burocracia es uno de los mayores objetivos de la reforma del Reglamento de la ley de extranjería. Pero, además, la norma incorporará significativos cambios, como la reagrupación familiar. Pero, ¿en qué consiste? Se trata de un derecho por el que las personas extranjeras residentes legalmente en España pueden reagruparse con sus familiares. Eso sí, hay ciertos requisitos recogidos por la normativa española: cónyuges, hijos -tanto de propio extranjero como de su pareja-, otros menores o incapaces extranjeros, y los ascendientes del extranjero residente, su cóyunge o pareja de hecho.
La reguación de trabajos temporales también se encuentra sobre la mesa, así como aumentar el apoyo a empresas y grupos que estén interesadas en la contratación de personas extranjeras en origen, con el fin de que estas personas se puedan regularizar de forma segura. Así, los visados tendrán una duración inicial de un año -medida con la que se busca dar mayor flexibilidad a los inmigrantes-, misma duración que tendrá n las autorizaciones temporales, que podrán renovarse por cuatro años más.
Los cambios continúan: adiós a la renovación de los permisos para cursar estudios superiores y hola al 'Fast-track', una vía rápida que permitirá a los estudiantes enlazar su autorización de estudios con su permiso de trabajo una vez terminada su formación. Además, a la hora de acceder a la reagrupación familiar, los requisitos para acreditar suficiencia económica serán menores, por lo que se facilitará aciger a un familiar.