De nuevo José Luis Olivera, El Oli. El que fuera máximo responsable de la coordinación antiterrorista en el último Gobierno de Mariano Rajoy es una figura casi omnipresente en las conversaciones incautadas al excomisario José Villarejo. Aparece en varios de los casos que se investigan en la Audiencia Nacional y también en la pieza separada Pit sobre las gestiones para frenar la extradición por corrupción de un empresario naviero a Guatemala. Vozpópuli ha tenido acceso a los audios de esta causa.
Olivera era uno de los pesos pesados de la seguridad en España, llegó a ser el director del Centro de Investigación contra el Terrorismo y el Crimen Organizado (CITCO) de la mano del exministro Jorge Fernández Díaz y continuó bajo el mandato de Juan Ignacio Zoido. Durante su toma de posesión, sus compañeros le comparaban con Edgar J. Hoover, el histórico jefe del FBI. Es un superviviente nato, capaz de llegar a los puestos más altos con el PP pese a que el Gobierno del PSOE le encomendó dirigir la UDEF durante la operación Gürtel, el caso que terminó con Mariano Rajoy.
En los audios publicados en su día por Moncloa.com se escuchaba a Villarejo ofrecer a la dirigente popular María Dolores de Cospedal los servicios de este comisario de su "total confianza" para obstaculizar el caso Gürtel: “Habrán oído mucho hablar de él, cada vez que hay un tema duro… este tío es la leche, totalmente de confianza y él es el que ha boicoteado mil cosas”. Pese a que son muchos los policías que se encuentran formalmente investigados en la causa por su relación con Villarejo, Olivera no ha sido citado.
De los comentarios de Villarejo siempre es difícil distinguir la realidad de las fanfarronadas, muchas de ellas para impresionar a los clientes que le contrataban por grandes sumas de dinero. Pero de sus alusiones al alto responsable policial José Luis Olivera se desprende una cercanía personal y contactos habituales entre ambos. Villarejo habla de reuniones con Olivera, de recurrir a él para que le facilite sus actividades o incluso de medrar para que le nombrasen director adjunto operativo de la Policía Nacional tras la jubilación de Eugenio Pino, de quien oficialmente dependía el excomisario.
Este periódico se ha puesto en contacto con Olivera. No niega su relación con el polémico excomisario y dice que le conoce desde el año 2000. "Me lo asignaron, me dijeron que me tenía que reunir con él, tenía que hacerlo en restaurantes y no en instalaciones de la Policía porque era encubierto", alega, pero afirma desconocer que existiera ese plan para auparle al puesto.
El Plan de Villarejo
Fue en una reunión el 19 de enero de 2017 con el empresario Adrián de la Joya y una tercera persona que se llama Alberto Pedraza. Quedaban unos meses para que Villarejo fuese detenido y este fue su último intento de ejercer su influencia en el Cuerpo. Según los informes policiales, Pedraza “les dice que se está preparando un dossier en el que se habla de las implicaciones penales que ha cometido Andbank con el tema de las cuentas bancarias que hay en Andorra”. En la conversación se le escucha decir que tiene pruebas de que han vaciado las cuentas de los Pujol y que se han llevado a paraísos fiscales el dinero de los clientes españoles, todo con el fin de ocultárselo al Gobierno español.
Pedraza les propone usar esa información para actuar contra el banco andorrano que presuntamente protegía a los Pujol y los tres coinciden en que para ello necesitarán contar con la participación de Olivera aprovechando la amistad que mantiene con Villarejo. El polémico excomisario replica que para eso es necesario que Olivera sea nombrado director adjunto operativo (DAO) de la Policía Nacional, el máximo cargo uniformado en el Cuerpo. En ese momento, Olivera había presentado su candidatura al puesto.
El plan pasaba por poder hacer uso de la información sobre los andorranos a través de Olivera y que eso le sirviese a él para impulsar su candidatura. Villarejo iba más allá y decía haber hablado con su amigo que nombrase a Pino como asesor. “Si puedo darle munición, todos contentos”, dice Pedraza, quien destaca que ellos se van “a fajar en apoyarle”. “Eso hay que moverlo deprisa”, insiste Villarejo antes de explicar que en los próximos días se va a decidir quién ocupa la plaza de DAO. “Lo que no puedo es fallarle al Oli”, añade el polémico excomisario, quien dice que ha quedado con él en unos días. La idea era después reunirse a comer todos juntos con Olivera y otra persona a la que llaman el Largo.
"Le vamos a decir que suelte 50"
A partir de ahí, el empresario Adrián de la Joya le transmite a Villarejo la idea de pedirle a Olivera dinero si al final el plan se ejecuta: “Le vamos a decir que suelte 50 (...) dale un mazazo de la hostia”. “Que suelte un poquito, no le digas la cifra”, zanja el excomisario. Olivera finalmente no fue nombrado DAO. Esa plaza clave en el Cuerpo la ocupó de forma interina el comisario principal Antonio Rodríguez hasta que Zoido nombró a Florentino Villabona ya en plena tormenta por las actividades de Villarejo.
Olivera afirma a este periódico que aunque presentó su candidatura, "no tenía intención de ser DAO y las personas que tenían que decidir lo saben". Sobre su relación con Villarejo dice que trataban temas "exclusivamente profesionales". "Había información que era buena y otra que había que comprobar", añade al tiempo que niega que le llegase a entregar ningún documento sobre Andbank. Apunta además que un DAO no tiene capacidad para nombrar asesores.
Tras el cambio de Gobierno, una de las primeras decisiones del nuevo ministro Fernando Grande Marlaska fue cesar a Olivera como responsable del CITCO. Pero para eso todavía quedaba aún un año y medio. Villarejo y su clan seguían contando con él para sus actividades como cuando De la Joya le pidió al excomisario una “herramienta” para “el tema de los Cierco”, accionistas mayoritarios de Banca Privada de Andorra (BPA). “Esa herramienta, la vamos a conseguir jugando con Pepelu”, le responde Villarejo en otro encuentro celebrado el 9 de febrero de 2017. Olivera niega también haberle entregado o facilitado nada.
Los contactos eran habituales a juzgar por los audios intervenidos al excomisario. Un par de semanas después, Villarejo vuelve a hablar de Olivera en cuya mesa estaban los datos de las investigaciones más sensibles tanto de la Policía Nacional como la Guardia Civil. Comenta que ha hablado con “Oli” y que ha quedado en concretar la fecha de otro encuentro.
“Tengo que hablar con el Oli antes porque en la Comisaría General de la Policía Judicial me parece que el que hemos nombrado la está cagando porque ha hecho una jugada rara”, lamenta Villarejo. Se refería al hallazgo del pen drive con información de los Pujol de origen desconocido aportado a la Audiencia Nacional. El juez que investiga la causa decidió dejar esa información en cuarentena por miedo a que contaminase toda la causa. Por estos hechos se encuentra Pino procesado en un Juzgado de Madrid. El pen drive había sido aportado por uno de los agentes de la UDEF. “Hablaré con él (Olivera) y le diré: ‘macho, para qué coño, si es que no saben actuar”.