España

La trama de Rus dio su primer 'pelotazo' en 2003 con la restauración de un monasterio

La Guardia Civil sitúa a Máximo Caturla y Vicente Burgos junto a Alfonso Rus en el núcleo duro de la red desmantelada en la 'Operación Taula'. Los tres iniciaron las actividades supuestamente delictivas hace tres años a través de la Fundación Jaume II el Just, dedicada a recuperar el patrimonio cultural valenciano.

  • Imagen de archivo de Alfonso Rus, presunto cabecilla de la trama desmantelada.

Trece años. Ese es el tiempo que presuntamente llevaba en activo la trama de corrupción desmantelada en la 'Operación Taula'. Así lo recogen los informes de la Guardia Civil incorporados a la causa que instruye el titular del Juzgado de Instrucción número 18 de Valencia, y en los que también se destaca que el núcleo duro de la red estaba encabezada por el exalcalde de Xátiva y antiguo presidente del PP en la provincia, Alfonso Rus, junto a los también destacados dirigentes del partido Máximo Caturla y Vicente Burgos. Siempre según la investigación de la Unidad Central Operativa (UCO), todos ellos comenzaron sus andanzas en 2003 a través de la Fundación Jaume II el Just, creada por la Generalitat para recuperar el patrimonio artístico y cultural de la Comunidad. La sede de la misma fue registrada el martes en busca de nuevos indicios contra los implicados.

La Guardia Civil investiga las posibles irregularidades en la compra por 1,1 millones de un claustro en Madrid para reconstruir el Monasterio de la Valldigna

La fecha del supuesto inicio de las actividades de la trama coincide con el aterrizaje de Vicente Burgos en la gerencia de dicha Fundación. En ese año llega a la presidencia de la Generalitat valenciana Francisco Camps, quien poco después nombra para dirigir este organismo al ahora detenido, una de las personas que integraban su círculo de amistades de juventud. El jefe del Ejecutivo autonómico pretendía reactivar dicho centro y, para ello, lo dotó de un presupuesto de 3 millones de euros que, según se vio después, se quedó cortó por lo que entonces se llegó a calificar de "desmesura" de Burgos en su gestión. En esos años las actividades de la fundación fueron numerosas. Así, nada más llegar gastó 1,1 millónes de euros en comprar del claustrillo del Palacio del Abad, situado en la localidad madrileña de Torrelodones, para reintegrarlo al valenciano Monasterio de Santa María de la Valldigna, emblema del organismo y declarado por el Gobierno autonómico "patrimonio espiritual" de los valencianos. A esa cifra sumó otros 100.000 euros para realizar la réplica con la que fue reemplazado dicho elemento arquitectónico en el palacete madrileño.

Además, la Fundación montó costosas exposiciones como 'El toisón de oro', que ascendió a 1,3 millones, y musicales como 'Balansiyyá', al que destinó otro millón, así como festivales de teatro, encuentros culturales y zarzuelas que superaron el presupuesto del organismo. Incluso, Burgos creó una orquesta sinfónica con 46 músicos, que llevó por diversos circuitos, y trajo a Valencia por Fallas a un centenar de invitados desde Italia. Burgos estuvo al frente de la institución hasta noviembre de 2007, cuando fue destituido por la entonces consejera de Cultura, Trini Miró. A su salida de la Fundación ésta acumulaba ya una deuda cercana a los 9 millones de euros. La Guardia Civil rastrea, precisamente, estos cuatro años de su gestión en busca de pruebas de supuestos 'pelotazos'. Entre ellos, se encuentra precisamente la compra del claustro madrileño para restaurar el monasterio, considerada el 'estreno' de la trama ahora desmantelada.

Los colegios de Caturla

En aquellos años otro de los considerados integrantes del 'núcleo duro' de la trama, Máximo Caturla, era el gerente de Ciegsa, la empresa pública para la construcción de colegios cuya sede también ha sido registrada por la Guardia Civil dentro de la 'Operación Taula'. Caturla, que más tarde ocupó el cargo de vicepresidente de la Diputación de la mano de Alfonso Rus, generó durante su mandato en esta sociedad una deuda superior a los 1.200 millones de euros a Xátiva, el municipio donde era alcalde el presidente provincial del PP, con la edificación de cuatro centros educativos, más que en ninguna otra localidad. También en aquellos años se produjo en la sede de la sociedad un asalto cuyos autores nunca fueron detenidos y un misterioso incendio que arrasó parte de la documentación de su actividad. Ahora la Guardia Civil ha prestado especial atención en rastrear los correos electrónicos de Caturla cuando estuvo al frente de Ciegsa e, incluso, ha obligado a reactivar servidores antiguos para localizar los mensajes que éste hubiera podido intercambiar con otros implicados en la trama, especialmente Alfonso Rus, en aquellos primeros años de actividad de la misma.

Caturla dejó una deuda de 1.200 millones en los cuatro años que estuvo al frente de Ciegsa, la empresa pública para la construcción de colegios

En aquellos años, el propio Rus ya tenía un papel destacado en el PP regional y en la Administración. Desde 1995 era alcalde de Xátiva y en 2004 se había convertido en el hombre fuerte del partido en Valencia al ser nombrado presidente de la formación en esta provincia. En 2007 asumiría la presidencia de la Diputación. Ninguno de estos tres cargos los abandonaría hasta mediados de 2015, cuando estalló el escándalo de las grabaciones en la que se le oye contar dinero. También por entonces abandonó la presidencia del club de fútbol de su localidad, el Club Deportivo Olímpic, cuyas instalaciones también registró la Guardia Civil en busca de documentación sobre el paso del presunto cabecilla de la trama al frente del mismo. Entre ella, la referida al cambio del césped artificial al que se sometió en 2014 a su estadio, La Murta, y en la que los investigadores sospechan que Rus pudo dar un nuevo 'pelotazo'. El enésimo desde las obras de aquel monasterio hace ahora trece años.

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