Ya hace cien días que el Gobierno vasco gestiona la competencia de Prisiones. En este tiempo el Ejecutivo presidido por Íñigo Urkullu ha preparado los detalles de sus planes para las cárceles, con la compleja cuestión de los presos de ETA como controversia permanente. La hoja de ruta del lehendakari y sus consejeros para estos reos combina una apuesta por el régimen de semilibertad con la reactivación de los encuentros restaurativos entre terroristas y sus víctimas.
Desde el primer momento el Gobierno vasco ha repetido que su principal meta es la reinserción sobre la base de la justicia restaurativa. Para todos los presos de cárceles vascas, incluidos los de ETA. Estos últimos son cada vez más debido a que el Gobierno de Pedro Sánchez va terminando poco a poco con la dispersión de reos etarras, como detalló Vozpópuli.
Esa idea de buscar la reinserción a toda costa, con el régimen de semilibertad como instrumento principal, incluye a todos los presos sin distinción. Y, por ello, el Ejecutivo vasco no va a reclamar el arrepentimiento o la colaboración con la justicia a los reclusos de ETA para conceder estas mejoras en los cumplimientos de sus condenas.
Este sábado la plataforma Sare celebra un acto en Bilbao y numerosas concentraciones en todo el País Vasco y en Navarra para reclamar mejoras para los presos etarras. Acudirán representantes de Bildu, PNV y Podemos
Dichas cuestiones cobran mayor relevancia si cabe porque este mismo sábado la plataforma Sare celebra un acto en Bilbao y numerosas concentraciones en todo el País Vasco y en Navarra para reclamar mejoras para los presos etarras. Lo previsto era que se celebrase una manifestación por las calles de la capital vizcaína, pero la pandemia ha cambiado esa idea, al igual que ocurrió el pasado año. A estos actos acudirán representantes de Bildu, PNV y Podemos, entre otros colectivos.
El cerebro del modelo
El rostro de Prisiones en Euskadi es la consejera de Igualdad, Justicia y Políticas Sociales, Beatriz Artolazabal. Pero el cerebro y verdadero hacedor de la política penitenciaria del Gobierno vasco es el juez Jaime Tapia, que era presidente de la Sección Penal de la Audiencia de Álava hasta su fichaje por el equipo de Urkullu.
En varias entrevistas publicadas a lo largo del año pasado el magistrado expresaba claramente esa filosofía de buscar la reinserción. Y, para ello, anunciaba que el objetivo es que haya un 40% de presos en régimen de semilibertad en las tres prisiones del País Vasco (Martutene, Nanclares y Basauri).
En la última de esas entrevistas, concedida a El Correo hace unos días, Tapia volvía a hacer hincapié en esa política, defendía los acercamientos de reclusos y dejaba bien claro que no habrá un requisito de colaboración con la justicia para los presos de ETA. "La idea es que la persona privada de libertad cumpla condena cerca de su lugar de residencia porque facilita la reinserción".
Asimismo, el magistrado explicaba por qué no se puede exigir a un preso que colabore para esclarecer los crímenes sin resolver. "Hay un derecho constitucional a no declarar contra ti mismo. Y cualquier manifestación de alguien que conozca el delito puede ser contraria a sus intereses y tener consecuencias. Con la legislación española, es muy difícil exigir delaciones a sí mismo o a otra persona".
Encuentros entre víctimas y terroristas
Sí habrá un programa especial para presos de ETA desde el punto de vista de la justicia restaurativa. Porque el Gobierno vasco, en colaboración con el Ministerio del Interior, va a reactivar los encuentros entre víctimas y presos etarras que quieran participar.
El propio Tapia confirmaba en la citada entrevista que habrá un programa sobre este asunto. Y destacaba que en los Presupuestos del Gobierno vasco para 2022 hay 200.000 euros destinados a justicia restaurativa. También la consejera del ramo, Beatriz Artolazabal, reconocía hace unos días que esos encuentros están en marcha. Pero ambos coincidían en que tendrán que celebrarse con "discreción".