Las noticias que llegan desde el juzgado del juez Castro han alterado el optimismo que se vive estos días en La Zarzuela. La recuperación de don Juan Carlos tras su última intervención de cadera evoluciona sin complicaciones, a los ritmos señalados por el doctor Cabanela. El ánimo del Monarca es estupendo, como se ha podido comprobar en sus recientes apariciones públicas y como han constatado quienes le han visitado recientemente en La Zarzuela. Su agenda oficial se desarrolla sin contratiempos. Este miércoles por ejemplo presidirá la jura en el cargo del nuevo presidente del CGPJ, Carlos Lesmes y el jueves recibirá en audiencia oficial a German Van Rom Puy, presidente del Consejo Europeo, quien visita oficialmente nuestro país. Una agenda de moderada intensidad, siempre intramuros de Palacio, pero físicamente exigente.
"No le deja tranquilo"
Sin embargo, la evolución de la instrucción en el caso que afecta a su yerno, Iñaki Urdangarín, y por extensión a la infanta Cristina, produce una enorme desazón en el espíritu del Monarca. Así lo comentan algunas personas que han visitado recientemente La Zarzuela y a las que ha transmitido su pesadumbre y su intranquilidad ante la posibilidad de que la Infanta sea finalmente llamada a declarar en condición de imputada. "Este asunto le preocupa enormemente, no le deja tranquilo, no sabe lo que va a pasar con su hija y así lo transmite", comentaba a este diario una de las personas que estuvieron recientemente con el Rey.
Hace dos años, el Monarca introdujo en su discurso de Nochebuena la muy mentada frase de que "la Justicia es igual para todos", en referencia directa al asunto Urdangarín
El juez instructor ha dado un plazo de cinco días a las partes personadas en el 'caso Nóos' para que manifiesten si doña Cristina debe ser llamada a declarar para responder sobre posible "fraude fiscal y blanqueo de capitales", los dos únicos delitos de los que la duquesa de Palma puede ser acusada después del fallo de la Audiencia Nacional del pasado mayo.
La postura del fiscal
Una vez recibidas las respuestas por parte de acusación y defensas, el juez Castro decidirá si llama a la Infanta para que deponga ante el tribunal en condición de imputada. La incógnita son los tiempos. Si el juez sigue adelante con la imputación, es posible que el fiscal Horrach actúe en consecuencia y recurra esta diligencia, como ya hizo en la ocasión precedente. El recurso pasaría a la Audiencia de Palma, que decidiría si procede o no el interrogatorio. En la anterior oportunidad la Audiencia balear lo rechazó. También se han mostrado contrarios a la imputación tanto la Agencia Tributaria y la abogacía el Estado.
Si el juez sigue adelante con la imputación, es posible que el fiscal Horrach actúe en consecuencia y recurra esta diligencia, como ya hizo en la ocasión precedente
Sin embargo, tras seis largos meses de recabar documentación tanto financiera como fiscal o bancaria, el instructor parece decidido a dar de nuevo el paso de proceder a la imputación de la duquesa de Palma. La novedad en este momento procesal es que el recurso de la fiscalía no paralizaría el procedimiento. Si se da prisa, el juez puede proceder a interrogar a la Infanta sin que la Audiencia provincial se haya pronunciado sobre el recurso. Una posibilidad algo remota.
El mensaje de Navidad
En cualquier caso fuentes jurídicas de Palma mencionan que el posible interrogatorio, caso de que procediera a la citación de la Infanta, no se concretaría hasta después de fin de año ya que las vacaciones del juez Torres están fijadas entre los días 18 al 30 de diciembre.
La preocupación en Zarzuela es creciente conforme avanzan las fechas. Es razonable pensar que la decisión final del juez pueda afectar al contenido del mensaje de Navidad de Don Juan Carlos, el único que elabora la Casa del Rey y no el Gobierno. Hace dos años, el Monarca introdujo en su discurso de Nochebuena la muy mentada frase de que "la Justicia es igual para todos", en referencia directa al asunto Urdangarín. El pasado año el Rey evitó cualquier comentario sobre la cuestión. Este año, todas las posibilidades están abiertas.