Rose Mari estaba haciendo la comida cuando recibió una llamada inquietante de su pareja. "¿Puedo pasarme por tu casa?", le preguntó Óscar de forma nerviosa. Minutos más tarde, ya en su domicilio en Lonzas (La Coruña), este policía entró corriendo a la casa, besó a los tres niños y le confesó: "Lo siento, he metido la pata". Ese fue el comienzo de una persecución que acabó un día después con este agente abatido en la localidad de Villagonzalo de Pedernales (Burgos).
La huida de Óscar Piñero, el pasado 18 de abril, puso en jaque a las fuerzas y cuerpos de seguridad que establecieron un dispositivo para dar con su paradero. Este agente de Policía Nacional, que estaba siendo investigado por narcotráfico, es recordado por su pareja en una entrevista a Vozpópuli donde hace un recorrido por todas las circunstancias que provocaron su depresión.
"Óscar no era una persona mala, no era un narcotraficante. Pedía a gritos ayuda y no le hicieron caso", denuncia esta mujer de origen brasileño que comenzó su periplo por España en Barcelona. Después de una etapa en la Ciudad Condal decidió trasladarse con sus hijas a Ferrol en 2018. En octubre de ese mismo año conoció a Óscar y comenzaron una relación.
El comienzo de la "paranoia" de Óscar
Se da la casualidad que este agente de policía, nacido en 1976 y en el Cuerpo desde el año 2000, también acababa de aterrizar en Galicia. Su primer destino al salir de la Academia fue en Telde (Gran Canaria) del 2002 al 2018. Después acabó en la Comisaría de Lonzas (La Coruña) donde se encargaba de la seguridad y los calabozos. Precisamente allí se produjo un incidente que acabaría marcando su vida.
La pareja de Óscar confiesa que tenía una adicción a las sustancias estupefacientes pero "la cosa fue a peor cuando casi le mataron en el calabozo". Al poco de llegar a la Península, un ladrón de bancos le intentó asfixiar y le agredió con gran violencia. Este delincuente admitió los hechos pero dijo haber sido provocado por el agente de la Policía Nacional.
El caso acabó en el Tribunal Supremo. En agosto del año pasado este tribunal no admitió el recurso de casación presentado por el ladrón que fue condenado a siete años de prisión. La Audiencia Provincial de La Coruña le juzgó por un delito de homicidio agravado en grado de tentativa.
El policía "estaba en tratamiento"
"Ese fue el comienzo de la paranoia con la que toco más fondo. Conoció a malas personas que están presas y empezó a frecuentar demasiado su compañía con esta gente", relata la pareja del policía. Esta circunstancia detonaba en discusiones entre ambos y acabó en una denunciar por violencia de género, según confirma esta mujer. El principal motivo es que acudía mucho a la casa de unos narcotraficantes en Ferrol. Después Óscar fue detenido por su vinculación con este grupo.
"Él no era un traficante. Era un simple usuario. Estaba en tratamiento y pidió varias veces ingresar en un centro. Era una persona muy buena, tenía un carácter fuerte pero siempre ha sido amable y super educado. Te pedía permiso para todo", recuerda entre lágrimas Rose Mari.
"Estaba en mi casa cuando fue detenido"
Su pareja desmiente que fuera detenido en el piso de los narcotraficantes en Ferrol. "Estaba en mi casa y le arrestaron de madrugada. No estaba de fiesta en esa casa. Es cierto que tenía una orden de alejamiento pero estábamos juntos", relata.
La mujer del policía confiesa: "yo fuí la última persona que le vio". Ese día fue el 18 de abril cuando Óscar recibió una llamada de la Comisaría de Lonzas para presentarse. Estaba de baja psicológica. El policía se presentó en estas dependencias pensando que le citaban por no cumplir la orden de alejamiento. No fue así.
El agente discutió con dos de sus jefes porque no le devolvían la placa. Muy alterado bajó a los vestuarios. Forzó varias taquillas hasta que consiguió abrir una y se llevó el arma reglamentaria de un compañero. Ese fue el relato que le dijo a su pareja horas después en su casa. "Entró corriendo nervioso. Rosi, lo siento, he metido la pata", afirma que le manifestó.
"No iba a matar a nadie"
Óscar pidió a su compañera sentimental que volviera con su familia. Su idea era marcharse de España. "Él no iba a matar a nadie", asegura esta mujer. Después, este policía, de 47 años, comenzó una persecución de más de 400 kilómetros.
Fue interceptado por el dispositivo policial a las cuatro de la mañana. Salió de su coche, un Opel Corsa, con el arma en la mano y se inició un tiroteo. Hizo caso omiso a las indicaciones reiteradas de los agentes. Después, acabó en una gasolinera, ubicada en la entrada de la localidad de Villagonzalo de Pedernales (Burgos). Los agentes finalmente le abatieron tras un intercambio de disparos con el policía. Casi cincuenta balas se intercambiaron. Recibió al menos tres disparos: dos en las piernas y uno en el pecho.
Jvallve
Brasileñas con hijos de otros, policías drogadictos que trapichean, leyes de violencia de género que saturan el sistema pero que nadie cumple, Narcos infiltrados en la policía... Todos los ingredientes para describir en lo que se ha convertido éste país. Una latinoamérica castiza.
Yomisma
Dice..."Era una persona muy buena, tenía un carácter fuerte pero siempre ha sido amable y super educado. Te pedía permiso para todo" Entonces ¿La denuncia de malos tratos? O era falsa o es falsa ahora su declaracion. Si "siempre" ha sido amable y super educado...