La participación en las elecciones gallegas ha superado ampliamente las cifras del año 2020. Más de 1.400.000 gallegos han acudido a las urnas, lo que representa un 67,12% del censo electoral. El crecimiento respecto a los anteriores comicios, marcados por las altas temperaturas y la crisis del covid, es del 18%.
Orense ha sido la provincia donde más se ha disparado la participación, rozando un 25% más que en 2020, mientras que en Lugo, el porcentaje ha aumentado un 21,5%. Les sigue Pontevedra (+16,89%) y La Coruña (+16,5%).
La participación en las elecciones gallegas son las más altas desde que Alberto Núñez Feijóo firmase su primera mayoría absoluta en el año 2009. En aquellos comicios, el líder popular consiguió vencer después de que el 64,48% del censo acudiese a las urnas. Desde entonces, la abstención se había convertido en ley, ya que esta se asentó siempre por encima del 50%.
Todo apuntaba a que esto seguiría así, dada la baja movilización electoral de la mañana. El primer dato de la mañana, el de las 12.00, marcaba un descenso del 2,3%, lo que anticipaba otra pobre participación electoral. Pero durante el mediodía y la tarde los gallegos han acudido a las urnas, revirtiendo el dato en todas las provincias: respecto a 2020, todas crecieron por encima del 5% y Lugo se quedó cerca del 8%.
A las 17.00, más de un millón de gallegos habían votado, a falta de tres horas para el cierre de los colegios electorales, lo que ya marcaba una buena tendencia relativa a la participación.