La dimisión de Esperanza Aguirre al frente del PP ha dejado, de nuevo, a Mariano Rajoy en una posición difícil. Al menos eso es lo que consideran personas de Madrid favorables y contrarias a la hasta hace poco presidenta del PP de Madrid. Concejales favorables a Aguirre decían este domingo a este periódico que la dimisión obliga a Mariano Rajoy a tomar también decisiones en su partido, que está en una de las peores situaciones de su historia, con un pie en la oposición y una sospecha generalizada de corrupción por parte de la sociedad española.
Cospedal deberá buscar una persona que no sea muy cercana a Aguirre para evitar problemas en la entrega del poder a los renovadores de Cifuentes
El equipo de Mariano Rajoy pondrá en marcha una gestora en Madrid, de la misma forma que tiene pendiente designar la del PP en Valencia, donde la mayor parte del equipo municipal está siendo investigado por la Justicia. El próximo lunes, la formación decidirá los miembros de esta gestora que gobernará el partido en Madrid. De momento, aún no suena ningún nombre. Y es que uno de los problemas que tiene la dirección nacional del PP es el de elegir a la persona que deberá pilotar el partido hasta el próximo congreso que estaba previsto para los próximos meses. La actual estructura de poder en el PP de Madrid está prácticamente dimitida. La secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, deberá buscar una persona que no sea muy cercana a la expresidenta regional para evitar problemas en la entrega del poder a los renovadores de Cristina Cifuentes.
Personas cercanas a la presidenta de la Comunidad insistían en que en las maniobras de Esperanza Aguirre pretenden que el presidente del PP, Mariano Rajoy, mueva ficha en la actual situación en la que no acaba de reaccionar frente a la ola de corrupción. "La frase de no tiempo de personalismos; sino de sacrificios y cesiones que dijo durante la rueda de prensa parece dirigida al mismo presidente en funciones del Gobierno", explicó un favorable a Aguirre.
Entre los dirigentes populares consideran que Esperanza Aguirre salió bastante bien de su comparecencia en la Asamblea de Madrid, pero ha decidido dimitir al dar verosimilitud a las sospechas de financiación ilegal o comisiones para la financiación del partido que se han conocido tras las últimas revelaciones del 'caso Púnica'. También consideran que Aguirre se mantendrá en el Ayuntamiento de la ciudad hasta que se aclare la situación política general en España, lo que podría tener una repercusión en el Ayuntamiento de Madrid. Creen que si no hay pacto entre PSOE-Podemos los socialistas no podrán mantener el cheque en blanco que le han otorgado a Manuela Carmena y que está deteriorando su imagen política.
