Superado el trance de la intrerparlamentaria de Salamanca, en la que, salvo Vidal-Quadras, no se escuchó una voz más alta que otra, los barones rebeldes del PP se disponen a elaborar su "carta a los Reyes Magos" para trasladar sus peticiones a Moncloa.
Mariano Rajoy logró aplacar las críticas de algunos importantes presidentes autonómicos contra el "déficit asimétrico" que plantea implantar el ministro de Hacienda, con el fin de facilitarle las cosas a Cataluña y a otras autonomías que no son capaces de cumplir con los objetivos macro señalados desde el Gobierno central. En las llamadas telefónicas a algunos de los líderes más significados de la "sublevación" interna, Rajoy le conminó, en primer lugar, a amainar los reproches, a arrimar el hombro con la causa común y les ofreció a cambio algunas compensaciones "a la carta" para que pudieran esgrimirlas ante su electorado.
Agravios comparativos
La teoría de Cristóbal Montoro para "perdonar" a las comunidades incumplidoras se resume en un planteamiento obvio y algo elemental: las regiones que cumplen con el objetivo de déficit no deben considerarse agraviadas. Son las que incumplidoras las que peor lo tienen, ya que no pueden conseguir financiación más que a través del FLA (Fondo de Liquidez Autonómica). En el pecado llevan la penitencia, viene a ser la teoría de Hacienda. Un argumento que poco convence a Galicia, Aragón, Extremadura, Rioja, Madrid, Castilla y León, es decir, aquellas autonomías donde se han efectuado ajustes muy duros, recortes drásticos para situarse en el exigido tope del 1,2 del déficit.
A cambio de abandoanr su "rebelión" y sumarse a la cusa de Moncloa, los líderes encrespados han recibido por parte de Rajoy la promesa de "ayudas a la carta", es decir, respaldo y colaboración del Gobierno central en asuntos, no necesariamente de índole económica, en los que estén ahora atascados. Se trata de medidas que exceden las competencias autonómicas y que requieren el visto bueno de la Administración central. Los distintos presidentes regionales se aprestan, a partir de mañana, a elaborar su particular "carta de peticiones" para eviarla a Moncloa antes del día 27, fecha en la que está convocado un almuerzxo entre el presidente del Gobierno y los jefes de todos los ejecutivos regionales. Está previsto que Rajoy incluso mantenga encuentros personales, no necesariamente publicitados, con algunos de los dirigentes con mayores problemas internos en su demarcación, al fin de obtener gestos y ayudas muy concretos (que afectan a distintas áreas del Gobierno y no exclusivamente al área de Hacienda), imprescindibles para trasladar una imagen "victoriosa" ante su electorado.
Imagen de perdedor
La procupación de los barones es transmitir la imagen de que en esta batalla del déficit sólo gana Cataluña y pierden los más sacrificados. Por eso Rajoy ha abierto la mano para escuchar sus demandas y satisfacerlas en la medida de lo posible. El almuerzo con los líderes autonómicos escenificará la "pipa de la paz" que permitirá afrontar sin problemas ni contratiempos el Consejo de Política Fiscal y Financiera previsto para el próximo mes junio.
Fuentes del PP han confirmado a este diario que algunos de los presidentes autonómicos más levantiscos tomaron buena nota del mensaje firme y severo que les transmitió telefónicamente Mariano Rajoy, muy preocupado por el cariz que habían tomado las cosas en torno a la denominada "rebelión de los barones", ahora bastante apaciguados.