Esperanza Aguirre imanta todas las miradas durante esta sosa campaña electoral. Seduzcan o no sus propuestas, ella consigue que sus anécdotas se eleven a categorías, que sus palabras se magnífiquen a gran velocidad o que sus ataques a otros aspirantes animen el cotarro. ¿Qué harían sus oponentes, la mayoría de electores y, sobre todo, los medios de comunicación sin el concurso de la lideresa?
Este miércoles Aguirre marcó la agenda del aburrido camino hacia el 24-M gracias a su paseo en bicicleta junto a Cristina Cifuentes y Mariano Rajoy. Los peperólogos no tardaron en destacar que se trataba de la imagen que simboliza la unidad del partido. Los peperófobos enseguida dijeron que era una fotografía esperpéntica y populista más. Las redes sociales, ágora donde solamente la campaña es divertida, se incendiaron con chistes y montajes, algunos más conseguidos y otros más cutres, algunos más burdos y otros más elegantes, acerca de la estampa de los tres gerifaltes del PP montados en sus bicis. Aquí un par de ejemplos:
- No corras, gordito, que Chanquete no ha muerto, solo lo hemos privatizao un poco. pic.twitter.com/xuiLyHET0D
— gerardo tecé (@gerardotc) May 13, 2015
Rajoy, en bici y con corbata, anima a hacer deporte porque así "la gente será más feliz" pic.twitter.com/HyUSyHRir9
— El Jueves (@eljueves) May 13, 2015
Bromas aparte, es innegable, tanto para críticos como para defensores, que Aguirre pedalea más rápido que el resto en campaña. De hecho, como pueden ver en las imágenes adjuntas, ella está acostumbrada a montarse sobre el sillín cuando hay que reclamar el voto a los electores. O cuando hay que arrear un golpe a los enemigos. Así, en 2007, paseó por las instalaciones de la Comunidad de Madrid en bici. ¿Por qué? Porque un par de días antes el entonces alcalde Alberto Ruiz-Gallardón había prohibido el uso de este medio de transporte en una zona de la ciudad. Este último, por cierto, también paseó en bici por Madrid cuatro años atrás, en la campaña de 2011.
Solo Albert Rivera, el político de moda, puede competir en atención mediática con Aguirre. Y con los errores que está cometiendo el líder de Ciudadanos, mejor será que se tome un respiro durante un par de días
La lideresa ha montado en bicicleta en muy diversas inauguraciones, como cuando paseó por un bosque en 2012. Ese día eligió la bicicleta para mostrar que estaba en forma después de someterse a una grave intervención quirúrgica. Es una mujer genuina que genera tantos odios y amores entre los ciudadanos como interés y obsesión por parte de los medios. Solo Albert Rivera, el político de moda, puede competir en atención mediática con Aguirre. Y con los errores que está cometiendo el líder de Ciudadanos, mejor será que se tome un respiro durante un par de días. Reflexión y calma necesarias para aguantar, por ejemplo, la inevitable fotografía de Aguirre vestida de chulapa. Otra vez marcará agenda, ya verán.
Quien más dolida debe estar con este famoso paseo en bici de Aguirre es su enemiga política Manuela Carmena, candidata de la coalición Ahora Madrid que encabeza Podemos. Y es que esta última sí ama moverse por la ciudad en bicicleta. Hasta ilustró la portada de uno de sus libros con una imagen en la que aparece junto a su bici del alma. El problema para Carmena es que en campaña poco importan la verdad o el recuerdo, como bien saben todos los candidatos que alguna vez se han visto embarrados en este intrincado camino electoral. Se trata de lograr imágenes, eslóganes o propuestas impactantes, que se queden en la retina y se comenten en los bares, entre semifinal y semifinal de Champions. En este terreno, la veterana Carmena parece una aprendiz y, si no espabila, el batacazo para ella puede ser monumental.