El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha defendido este miércoles la "estabilidad" que ofrece el PP para seguir creciendo y creando empleo y ha asegurado que esta estabilidad está "amenazada" por las opciones "políticas radicales", tanto secesionistas como populistas. A dos meses de las generales, ha alertado también contra los "refrescos de moda" que son "flor de un día", en alusión a Ciudadanos, y ha atacado al PSOE asegurando que su "parálisis" llevó a España "al borde del abismo".
Frente a la política de los populares, ha contrapuesto a las políticas socialistas, que "se expresan en números rojos" o a los nuevos partidos que "surgen por doquier", que "lo arreglan todo en media hora", que "salen al mercado a ver lo que encuentran" pero que "no han gobernado nunca".
Así se ha pronunciado en su discurso de clausura en el Congreso del PPE que se ha celebrado en Madrid, recordando precisamente que en 1995 cuando celebraron en España un cónclave similar el PP no había ganado nunca unas generales. "20 años después los españoles nos han dado tres victorias indiscutibles en las cinco elecciones celebradas y estamos convencidos de que dentro de poco podremos decir cuatro de seis", ha proclamado, cosechando un aplauso del auditorio.
El jefe del Ejecutivo ha asegurado que las políticas del PP y de los partidos que están en la misma familia política ofrecen "resultados". Y para corroborar esa afirmación ha recordado la situación de "emergencia" que afrontaba España en 2012 tras el gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero, donde "se destruía empleo a ritmos nunca vistos", la recaudación pública estaba "bajo mínimos" y el déficit en "máximos históricos".