El proyecto truncado de marca España, cuya presentación se ha suspendido ya por tres veces, ha enfrentado al ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo con Pedro Arriola, estrecho asesor de Mariano Rajoy y responsable último del frenazo de esta iniciativa. "No están los tiempos para estas cosas. Este proyecto podría convertirse en un bumerán", comentó Arriola, el hombre de los análisis demoscópicos del Partido Popular, al dar carpetazo momentáneo a esta iniciativa en la que el titular de Exteriores lleva trabajando con su equipo prácticamente desde su aterrizaje en el palacio de Santa Cruz.
La presentación en sociedad de la marca España iba a congregar en el Palacio Real de Madrid a políticos, empresarios, financieros, artistas, creadores y miembros del cuerpo diplomático en una fiesta pretendidamente memorable organizada minuciosamente para la ocasión. Un despliegue de medios, piezas audiovisuales y la actuación de Maldita Nerea, el grupo “pop” encargado de crear la banda sonora de la iniciativa, compondrían programa de la ceremonia, cuya última fecha de celebración se había fijado para el 13 de junio.
La difícil situación económica o el incidente con los elefantes del Rey desaconsejaban para Arriola seguir con esta iniciativa
El accidente de caza de Su Majestad el Rey, primero, y una serie de excusas etéreas sobre problemas de agenda han sido los argumentos utilizados desde Moncloa para coartar este plan de situar la marca España a nivel internacional, con el respaldo del Instituto Cervantes, que actuaría como agencia activa para promover la causa. La dificilísima situación económica por la que atraviesa nuestro país, las continuas turbulencias financieras y un horizonte plagado de incertidumbres han avalado el "niet" de Arriola, responsable último del "frenazo" a la propuesta de Exteriores, con la correspondiente irritación del ministro de Exteriores, uno de los hombres más sólidos del Gabinete de Rajoy.
Este proyecto camina en paralelo a la celebración de la Cumbre Iberoamericana de finales de año en Cádiz, ambicioso intento de recuperar la primacía y la presencia de nuestro país en el mundo hispanoamericano y soslayar las dificultades, roces y encontronazos de todo tipo con algunas de las repúblicas de habla hispana, en especial Argentina, Bolivia y Venezuela.
Precisamente los Príncipes de Asturias realizan ahora un viaje por los Estados Unidos, con escalas en Nueva York, Boston y Nueva Jersey para impulsar la marca España en la primera potencia del mundo, un viaje considerado de enorme relevancia tanto por la Zarzuela como por el propio departamento de Exteriores, que intentará compensar con acciones complementarias el abortado empeño de lanzar como merece el programa de la marca España.