Podemos intenta justificar el pago de más 420.000 euros a la empresa Neurona con vídeos de escaso peso y en algunos casos cortes de entrevistas de los líderes morados y diputados a cadenas de televisión. El juez sospecha que la autoría de dichos vídeos no es de la empresa contratada para la campaña electoral de 2019. Y fuentes de Podemos que trabajaron en dicha campaña revelan a Vozpópuli que en el caso de los cortes de las entrevistas era el equipo de técnicos a sueldo del partido quien los hacía.
“Eso siempre lo ha hecho el equipo de audiovisuales del partido”, explican varios dirigentes de la formación, que descartan de manera tajante que Neurona trabajara en esos encargos. “Fue así desde el minuto cero”, revelan. La cuestión no es baladí, porque sobre la autoría de dichos vídeos la formación de Pablo Iglesias se juega una posible condena por malversación y administración desleal, en lo que puede convertirse en un verdadero agujero judicial para el partido.
Este diario tiene constancia de que varios cortes de entrevistas que se utilizaron para la campaña de 2019 fueron elaborados por miembros del partido. En algunos casos la formación alquiló locales ad hoc para estas gestiones, además del laboratorio de redes centrales que dirigía el exjefe de campaña, Juanma Del Olmo, en Madrid. Se trata de trabajos muy sencillos, según ha podido saber este diario, cuya autoría es fácil de determinar.
Montaje e IP
Fuentes conocedoras de cómo se desarrolló la campaña de 2019 creen que es suficiente que los peritos judiciales determinen desde qué ordenador se realizó el trabajo de montaje, y a través de qué IP se subió a la red. Por ejemplo, si la IP corresponde a la sede de Podemos en la calle Princesa, se puede concluir que el trabajo fue interno. Para eso, no obstante, es esencial analizar los vídeos originales, que se supone son los que el partido morado ha entregado al juez Juan José Escalonilla.
En cuanto al tipo de cortes, desde el punto de vista técnico se trata de una tarea sencilla. Pero la selección del fragmento sí constituía algo “políticamente muy relevante”, explican desde el partido. Es por ello que muchos aseguran que la guía intelectual recaía en el equipo de campaña de Del Olmo, y que ese grupo siempre estuvo a sueldo de la formación.
Podemos tenía de hecho activos canales de comunicación en los que subían parte de ese material. Cada miembro del partido tenía acceso a él, según explican fuentes internas de la formación, para la propagación en las redes sociales.
“Los recortes los hace el equipo de audiovisuales. Eran ellos al 100%”, explica tajante un dirigente de Podemos. “En algunos casos se cuelgan después en un chat interno para que varías áreas puedan acceder a ellos”, agregan otros, que mantienen: “Esto era algo común, por eso nos extrañó cuando se contrató pagando [a Neurona] tanto dinero. Era absurdo”.
El pasado diciembre, un cámara de la formación que trabajaba para Podemos explicó al juez del caso Neurona que él nunca conoció a nadie de la consultora mexicana durante los mítines del partido. “A mí nadie me presentó a nadie de Neurona”, dijo Tirso Nohales, el cámara del partido. Su declaración ya desmintió la tesis de Del Olmo ante el juez, quien había afirmado que los equipos del partido y los de Neurona se solapaban para mejorar el producto final de campaña.
25 vídeos sospechosos
De los 274 archivos audiovisuales que Podemos ha entregado al juez para justificar el contrato de Neurona, 25 son cortes de entrevistas y debates televisivos, según ha adelantado El Confidencial. Y este es justamente el material que en el partido morado aseguran que se realizó internamente a través de empleados del partido.
La única duda es que parte del material pudiese estar coordinado con miembros de Neurona que desembarcaron en España para la campaña. La filial española de la consultora para la que colaboraba Juan Carlos Monedero no tenía empleados en nómina, y según fuentes de Podemos solo llegaron un puñado de jóvenes desde México y sin permiso de trabajo.
“No se puede excluir que, al estar ahí, los chicos de Neurona hicieran un poco de todo, pero siempre al lado de los trabajadores del partido. Y eso no vale para justificar un contrato de 400.000 euros”, agregan fuentes de Podemos. Por eso en el partido morado creen que es Neurona la que debe aclarar cuándo y cómo hizo sus supuestos trabajos.