Fue una de las propuestas estrella de Podemos en su debut electoral, el de los comicios europeos de mayo de 2014. "Derecho a una renta básica para todos y cada uno de los ciudadanos por el mero hecho de serlo y, como mínimo, del valor correspondiente al umbral de la pobreza con el fin de posibilitar un nivel de vida digno" rezaba aquel programa. Para las generales de 2015, la formación de Pablo Iglesias aparcó esta medida y apostó por una Renta Garantizada, en lugar de la Renta Básica Ciudadana Incondicional (RBCI), es decir, la de carácter universal. Ahora, el tercer reajuste ha llegado en el programa electoral de Podemos para el 26 de junio, donde la propuesta ha sido rebajada sustancialmente, hasta un tercio con respecto al pasado diciembre.
La formación morada concurrió al 20-D proponiendo una "asignación de 25.000 millones de euros anuales para un Plan de Bienestar Social y Modernización Económica que incluirá una renta garantizada, la mejora salarial y la reversión de los recortes sufridos desde 2010", según rezaba en el documento Un programa para cambiar nuestro país. De esos 25.000 millones anuales, el equipo económico, con Nacho Álvarez al frente, había explicado que 15.000 millones (alrededor del 1,5% del PIB) irían destinados íntegramente a la financiación de esa Renta Garantizada, de la que se beneficiarían 7,8 millones de personas.
Sin embargo, en el programa-catálogo para las generales del 26-J, esa partida es reducida a 10.000 millones, por tanto, 5.000 millones menos, o lo que es lo mismo, casi un 14% del recorte total de 36.000 millones de gasto público que se ha aplicado el partido para 2016-2019 (ahora habla de 60.000 millones y en diciembre establecía 96.000). Podemos, que no obstante pretende recaudar 38.000 millones en impuestos, justifica estos cambios por la "desaceleración" del ciclo económico en la zona Euro y por las nuevas cuentas presentadas por el Gobierno del PP a Bruselas tras incumplir el objetivo de déficit, algo que la formación morada tampoco hará, tal y como ha avanzado, en 2016 (se ha fijado un 4,3% para el próximo año, frente al 3,7% recomendado por la Comisión Europea).
Los 10.000 millones de euros para la Renta Garantizada que eran el suelo hace sólo seis meses, se convierten ahora en el techo
Si con los 15.000 millones previstos en diciembre, Podemos quería beneficiar a 7,8 millones de españoles mediante dicha Renta Garantizada, con la aportación de 10.000 que sostiene ahora la cifra se reduciría en 2,6 millones de personas, un número considerable de damnificados por promesas electorales que quedan en papel mojado apenas medio año después. En la memoria económica del programa del 26-J, el partido de Iglesias no sólo rebaja en 5.000 millones la cuantía, sino que proyecta otra posible bajada en años sucesivos: "En las circunstancias actuales, estimamos en 10.000 millones de euros el coste de la implantación de esta propuesta en una primera fase, centrada en atender fundamentalmente los problemas de los hogares sin ingresos, si bien la reducción del desempleo que se producirá a lo largo de la legislatura podría disminuirlo hasta los 7.000 millones", señala el texto.
En el programa del 20-D, Podemos también afirmaba que el coste del Plan de Renta Garantizada sería "decreciente a lo largo de la legislatura, en la medida en que el desempleo se reduzca, hasta alcanzar una cifra próxima a los 10.000 millones". Esos 10.000 millones de euros que eran el suelo hace sólo seis meses, se convierten ahora en el techo. La formación morada introduce además dos novedades en la memoria económica: el plan se aplicará en coordinación con "la Administración Central, Comunidades Autónomas y Ayuntamientos” y "priorizará en una primera etapa a la población infantil y en situación de emergencia social".
En cuanto a los pormenores de la propuesta, el partido de Iglesias mantiene la literalidad de la del programa de diciembre: "Crearemos un programa de renta diferencial (complementaria de los ingresos existentes) para todos los hogares con ingresos por debajo del umbral de pobreza monetaria", que el INE cifró el pasado mes en menos de 8.011 euros anuales. Asimismo, los economistas de Podemos establecen que la cuantía inicial de la Renta Garantizada será de 600 euros mensuales para las unidades de convivencia de un solo miembro, y aumentará progresivamente en función del número de miembros (35% adicional de la renta garantizada para el segundo miembro, y 20% por cada uno de los siguientes) hasta un máximo de 1.290 euros. Este plan, añaden, integrará todas las prestaciones sociales que se encuentren por debajo de ese umbral.
14.000 millones menos que el coste de la RBCI según sus promotores
Sin embargo, esta Renta Garantizada destinada sobre todo a quienes viven con menos de 8.011 euros anuales (el 13,7% de los hogares españoles llega a fin de mes con mucha dificultad, según el INE), queda lejos de la Renta Básica Ciudadana Incondicional (RBCI) que ha venido reclamando un sector del partido morado. Esta corriente, que ha contado incluso con el apoyo del cofundador de Podemos y exsecretario de Programa Juan Carlos Monedero, defiende la propuesta del profesor Daniel Raventós que planteaba una prestación de 645,33 euros al mes, cifra dada por el Eurostat para 2011 como umbral de pobreza.
Asimismo, esta Renta Universal, que ha recabado amplio apoyo a nivel interno en forma de Iniciativa Ciudadana (herramienta propia de debate) habla de una implantación en dos fases: una primera que afectaría a "todas las personas domiciliadas en el Estado e inscritas en los servicios públicos de Empleo, que no tengan cobertura por desempleo ni dispongan de otros ingresos". También podrían percibir esta asignación aquella personas cuyas rentas, ya provengan de salarios, subsidios o pensiones públicas, sean inferiores a la cuantía de Renta Básica prevista (645,33 euros al mes), complementando los mismos hasta alcanzar esa cuantía".
La segunda parte consistiría en "regular la extensión de la Renta Básica como derecho universal, integrando, pues, al resto de personas". El coste calculado sería de 24.000 millones de euros, esto es, 14.000 menos que la última propuesta de Podemos. Los detractores del plan de Raventós hablan de un coste total de 160.000 millones.