La Policía Nacional sigue dando pasos agigantados en torno a la desaparición, hace más de un año, de Mahammad Ali Lamsseyeh Mohamed en Ceuta. A las tres detenciones practicadas este lunes se le unirá el dispositivo de búsqueda del menor que se realizará este miércoles en la zona donde sospechan los agentes que se encuentra, según han asegurado fuentes policiales a Vozpópuli.
El caso se encuentra bajo secreto de sumario pero los agentes de la Jefatura Superior de Policía Nacional de Ceuta siguen las diligencias en torno a los tres detenidos. Son dos hombres, uno menor, y una mujer. Se sospecha que uno de ellos es el autor material de la desaparición y el resto son encubridores.
Los investigadores creen que este trío ideó un plan para desplazar el móvil del joven a Algeciras con el objetivo de despistar las diligencias y complicar las pesquisas. Sin embargo, los agentes han reunido pruebas, entre otras, la localización donde se pudo cometer el crimen.
Una zona complicada
Los agentes batirán este miércoles la zona donde se sospecha que pueden estar los restos del menor de 17 años. La Policía Nacional ha trasladado un perro especialista, un bretón, desde Madrid que ayudará en estas tareas. A este animal se unirán otros canes de la Unidad de Guías Caninos de Ceuta. Los trabajos comenzarán en la zona de García Aldave a primera hora del día y contarán con agentes de diferentes unidades.
Estas batidas se pueden prolongar durante varios días, por la complejidad de la zona pero los tres arrestados pasarán este miércoles a disposición judicial, según las fuentes policiales consultadas por este diario que muestran su convencimiento en recoger las pistas necesarias para aclarar la desaparición.
Mohammad fue visto por última vez el pasado 13 de enero de 2022 en Ceuta. Desde el primer momento la madre del joven confesó sus peores temores respecto a la desaparición de su hijo y siempre estuvo convencida de que había más personas implicadas.
No se marchó por su orientación sexual
La desaparición de este joven creó una gran incertidumbre en Ceuta y se realizaron batidas por cielo y tierra para intentar dar con su paradero. Los agentes de la Policía Nacional también inspeccionaron los montes de la localidad sin pistas. Con estas detenciones se abre un nuevo frente en la investigación y los policías esperan reunir nuevas diligencias para saber qué pasó hace más de un año a este joven de 17 años.
Mohammad tiene una altura de 1,95 metros, pesa 70 kilos y es de complexión delgada. Fue visto por última vez en la calle Sevilla, en la barriada del Recinto, al sureste de la ciudad. La familia del joven tuvo que desmentir desde el principio de las batidas que este menor se marchara de su casa por su orientación sexual ya que era homosexual.