Los policías municipales están indignados con el traslado de las dependencias policiales centrales de la Policía Municipal a la Casa de Campo. Y no porque no estén a favor de tener unas instalaciones modernas y tecnológicamente avanzadas. Están enfadados porque vuelven a la sede en la que estuvieron hace unos años. No entienden ese ir y volver.
Tras abandonar aquella sede de propiedad municipal, la Jefatura se fue de alquiler a la calle Albarracín (Arturo Soria), mientras que la emisora fue enviada a la calle Rufino Blanco y en la calle Plomo se instalaron otros servicios municipales.
En una reciente comparecencia sobre la materia el portavoz de UDyP, Jaime María de Berenguer, recriminó que se hubieran gastado 50 millones de euros en alquileres en los últimos años teniendo edificios municipales aptos para estos servicios de emergencias.
El Ayuntamiento ahorrará 4,4 millones de euros al año y la oposición no entiende cómo, si es así, no se ha hecho antes
El Ayuntamiento ahorrará con estas medidas unos 4,4 millones de euros al año y la oposición no entiende cómo si es así no se ha tomado antes esta decisión para ahorrar ese dinero. El Ayuntamiento contesta que ya se han logrado bajar los alquileres en 7,5 millones de euros y se ha hecho una caja de 85 millones con la venta de edificios que no tenían una utilidad definida para la corporación.
Se calcula que una vez adjudicado el concurso, las obras de rehabilitación de las antiguas instalaciones durarán más de dos años. La propia Ana Botella recordó en el acto de la Fiesta de San Juan, el 24 de junio, que las obras se iniciarán próximamente. Posiblemente comenzarán en julio con la colocación de la primera piedra por parte de la alcaldesa.
Las nuevas instalaciones
El equipo de Botella quiere construir en la Casa de Campo la Ciudad de la Seguridad y unir los servicios centrales de Seguridad, Emergencias y Protección Civil y la Unidad Integral de Policía Municipal. Ocupará los recintos feriales, entre ellos el famoso pabellón de La Pipa, y otros cuatro edificios más. Se van a invertir 15,4 millones de euros, en una primera fase, pues el objetivo es convertir toda esa zona de la Casa de Campo en un campus de emergencias.
En estas nuevas dependencias se pretende ubicar los potentes servicios centrales policiales, una máquina burocrática que fue doblada en personal en tiempos de Alberto Ruiz-Gallardón con personal 'a dedo'. El entonces alcalde logró el récord de casi duplicar la plantilla con personal externo a la Policía Municipal que pasó de 300 a 600 personas.
Los agentes quieren recuperar la gestión
La Asociación de Funcionarios de Carrera del Ayuntamiento de Madrid redactó un estudio sobre la situación de la Policía Municipal en el que se señalaba que con la llegada de Alberto Ruiz-Gallardón y Pedro Calvo en el año 2003 “se sustrajeron a los Cuerpos de Seguridad y Emergencias sus competencias de gestión que hasta ese momento realizaban con su propio personal, asignándoselas a direcciones generales de nueva creación cuyos titulares y personal no forman parte de estos Cuerpos”. Señalaba que estas direcciones que, "además de ser insostenibles económicamente, con el paso del tiempo se ha comprobado que sólo aportan confusión y burocracia y han resultado inoperantes e ineficientes”.
Las direcciones generales "son insostenibles económicamente, sólo aportan confusión y burocracia y han resultado inoperantes e ineficientes”
La misma asociación indicó que la estructura de estas direcciones “ha ido creciendo a los largo de estos diez últimos años configurándose como verdaderos monstruos administrativos, devoradores de altos presupuestos, que supeditan los servicios de los Cuerpos de Seguridad y Emergencias al propio funcionamiento de estas macroestructuras creadas para su gestión”.
La llegada de Ana Botella no ha supuesto la reducción de esta máquina burocrática municipal, que ahora se traslada de nuevo a la Casa de Campo. Después de haber gastado el dinero del alquiler se tendrá que invertir en obras y en el proceso de traslado.