El presidente de Vox, Santiago Abascal, indicó hoy tras su reunión con Felipe VI en La Zarzuela que se plantea llamar a su homólogo de Ciudadanos, Albert Rivera, para encauzar las negociaciones a tres bandas con el PP con el fin de evitar que se formen gobiernos de izquierdas en Madrid y otros sitios en los que la formación verde es determinante.
“Nuestra posición es la mano tendida hasta el último momento para evitar que existan gobiernos de izquierdas en la Comunidad o el Ayuntamiento de Madrid o allí donde podamos ser determinantes”, subrayó en rueda de prensa.
Abascal recordó que su partido ha ofrecido “muchísimas posibilidades” para que no haya ejecutivos del PSOE y Podemos. Primero, un “tripartito” en el que pudieran gobernar las tres formaciones de centro-derecha, luego preguntó a Ciudadanos si cree que Vox no debe estar en dichos gobiernos, o que gobierne el PP “en solitario con apoyos externos”.
Opciones para Aguado y Villacís
Incluso, recordó que Vox no descarta la posibilidad de que Ignacio Aguado o Begoña Villacís sean presidente de la Comunidad de Madrid o alcaldesa de la capital. También planteó que haya una “moción de censura posterior” en aquellos lugares en los que “no haya forma de ponerse de acuerdo antes de la investidura”.
Abascal incidió en que lo único que su partido no concibe es un “trágala en una negociación en la que estemos al margen”. Por ello, subrayó que no se puede aplicar “un cordón sanitario” a Vox.
En cuanto a su reunión con el Rey, el presidente de la formación conservadora lamentó la “anomalía democrática” que tiene el monarca al tener que reunirse con “supuestos diputados que no han jurado la Constitución”, sino que se han conjurado contra ella y la unidad nacional.
“Lamentamos la anomalía democrática de que al Rey se le fuerce a recibir a organizaciones políticas que han actuado como organizaciones criminales en el marco del golpe de Estado en Cataluña”, hizo hincapié.
Discurso "histórico"
Asimismo, le transmitió a Felipe VI la lealtad de Vox a la Corona y su gratitud por su “reacción institucional” del 3-O de 2017 con un discurso “absolutamente histórico” para poder detener en aquel momento el “desarrollo del golpe de Estado separatista” en Cataluña.
Abascal adelantó que Vox no votará a favor de Sánchez, aunque sus diputados apoyarán la acción “de cualquier Gobierno” que esté dispuesto a “restaurar” el orden constitucional en Cataluña con la aplicación del artículo 155.
“No hemos sido contactados por Sánchez o el PSOE para recabar apoyos. Vamos a dialogar con todos salvo con las formaciones separatistas pero no podemos engañar a nadie: ni el presidente Sánchez puede esperar nuestro apoyo para una investidura, ni nosotros creemos que haya una política de rectificación como para que pudiéramos planteárnoslo”, concluyó.