El juez de refuerzo del Juzgado Central de Instrucción número 6 de la Audiencia Nacional, Diego de Egea, que investiga el 'caso Tándem' sobre una presunta organización criminal encabezada por el comisario jubilado José Manuel Villarejo, en prisión desde noviembre pasado, acordó el archivo de las actuaciones del excomisario de Barajas Carlos Salamanca, mientras que el empresario que le delató sigue imputado, según ha confirmado a Vozpópuli fuentes del tribunal.
El empresario Francisco Menéndez Rubio, que trabajaba para la petrolera de Guinea Ecuatorial, admitió ante el juez De Egea que él mismo había dado regalos a Salamanca de gran valor, como relojes de 40.000 euros, un Porsche a bajo precio, un regalo de boda de 25.000 euros o incluso sumas de dinero superiores a los 500.000 euros, según consta en la declaración de Ménendez Rubio como imputado.
Sin embargo, la acusación popular en la causa, que ejerce Podemos, califica en el recurso que ha interpuesto ante la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional contra el archivo de la causa contra el comisario de Barajas como "sorprendente" la diferencia de trato entre el agente Salamanca, quién habría cobrado presuntamente por los favores, y Menéndez Rubio, el supuesto pagador.
"Sobornador del primero"
"Resulta ciertamente sorprendente que el Juzgador haya decidido sobreseer la causa respecto de Carlos Salamanca, uno de los dos sujetos activos del delito, pero no respecto del otro sujeto activo, Francisco Menéndez Rubio, a la sazón 'sobornador' del primero con sus entregas de dinero y regalos", especifica el letrado de Pablo Iglesias en su recurso, que concluye su razonamiento de esta forma: "No puede haber cohecho sin la participación de ambos sujetos".
El juez De Egea, según han explicado a este diario fuentes de la Audiencia Nacional, mantiene imputado al delator ya que éste, además de delatar al comisario Salamanca, reconoció haber cometido otras actividades presuntamente irregulares en sus negocios con la petrolera de Guinea Ecuatorial.
Pero la formación política violeta ya había previsto esta explicación por parte del Juzgado, y por eso incorpora en su recurso una respuesta: "Esta parte puede intuir, o se permite hacerlo, que el Juzgador considera acreditados indiciariamente los delitos de pertenencia a organización criminal y blanqueo de capitales por parte del resto de coinvestigados", como es el caso del empresario que reconoció haber pagado los regalos.
"Delito de cohecho"
Y por ese razonamiento, Podemos considera, "otra vez sorprendente que en este caso el Juzgador sí haya considerado válida y creíble la declaración de Francisco Menéndez Ruiz, lo que no hizo respecto de su participación en el delito de cohecho" con el comisario Salamanca.
El recurso de Podemos califica como un delito continuado de blanqueo de capitales la actuación del empresario Menéndez Rubio, ya que obtuvo presuntamente capitales de manera ilícita, entró con ellos de manera oculta en España y los afloró después en el mercado interno.
Si el juez admite la existencia de una organización criminal, según el razonamiento de la acusación popular, los indicios delictivos contra Carlos Salamanca, su esposa y su hijo por delito de cohecho deben enmarcarse forzosamente en esta misma organización delictiva, "pues el cohecho no es más que una parte de todo el plan preconcebido para ingresar dinero ilícito en nuestro territorio a través del aeropuerto de Barajas", indica el escrito.
Evitar las aduanas
Carlos Salamanca, prosigue el recurso dirigido a la Sala de lo Penal, tenía un rol muy preciso en la organización, cuyo fin era la comisión de delitos de blanqueo de capitales: "Facilitar las entradas en territorio español de las personas ecuatoguineanas de la trama y de los capitales que portaban en maletas de mano, valiéndose de su cargo como comisario".
En concreto, este cargo le permitía, por un lado, asegurar la expedición del visado sin justificar ante la Comisaría General de Extranjería y Fronteras la acreditación de los requisitos excepcionales, y por otro, poder evitar los controles aduaneros en frontera".
Y por este pape, Salamanca percibía sus correspondientes "dádivas" y "recompensas" a través del "intermediario" Francisco Menéndez Rubio. "Por tanto, si bien su papel no era de director o cabecilla de la misma puesto que no tenía capacidad de mando o dirección sobre las actuaciones de la organización, si prestaba un papel esencial al eliminar las trabas burocráticas y aduaneras que permitían el buen fin de la actividad delictiva", indica el letrado de la formación morada en su recurso.
Mensajes de Whatsapp
Las conversaciones de Whatsapp entre el comisario Salamanca y el empresario Francisco Menéndez evidencian, explica Podemos, que el policía conocía los elementos básicos de la trama, sus integrantes, sus fines y su papel específico en ella.
Y sin embargo, el comisario no lo denunció. Y por eso el escrito de la formación morada acusa a Salamanca de haber cometido un delito continuado de omisión del deber de perseguir delitos, por no haber denunciado a su "íntimo" amigo Francisco Menéndez Rubio: "Pese a ser perfectamente consciente del papel de testaferro que éste prestaba para los clientes ecuatoguineanos".
Este conocimiento de la actividad "ilegal" de Francisco Menéndez Rubio, según la conclusión de la acusación popular, no pudo ser oculta dada su estrecha e intensa relación durante dos años, al mismo tiempo que se confirma en las propias conversaciones mantenidas entre ambos por Whatsapp aportadas por Menéndez Rubio, que sigue imputado en la causa mientras el comisario Salamanca ya no está investigado.