La ministra de Educación, Pilar Alegría, ha anunciado este viernes su intención de liderar el PSOE de Aragón. La socialista lleva tiempo barruntando su asalto al feudo de Javier Lambán. El expresidente aragonés no se presentará y Alegría intentará hacer valer el peso de la militancia, a la que cree tener ganada por representar a la corriente oficial del partido.
No es ningún secreto que Alegría tiene una pésima relación con el actual secretario general aragonés. Pero ella solo tiene apoyos de los cuadros intermedios en la federación de Huesca. Ni Zaragoza ni Teruel le son leales. El hombre clave es el presidente de la diputación de Zaragoza, Juan Antonio Sánchez Quero, a quien en Ferraz ven como el hombre fuerte de Lambán.
El expresidente aragonés empezó a obsesionarse con Alegría en 2017, cuando era la portavoz y jefa de campaña de la expresidenta andaluza Susana Díaz y por aquel entonces rival de Pedro Sánchez para hacerse con los mandos del PSOE. A Lambán le molestaba que hubiera alguien dentro del socialismo aragonés más cercano a Susana Díaz que él, porque Sánchez, claro, no era una opción posible para el hoy expresidente de Aragón. También es conocida la pésima relación personal que Lambán mantiene con el presidente del Gobierno.
Queridos militantes del PSOE de Aragón:
— Pilar Alegría (@Pilar_Alegria) December 20, 2024
Este sábado, 21 de diciembre, nos vemos a las 11´30 horas en el pabellón municipal de mi pueblo, La Zaida.
Va ser un día importante y lo quiero compartir con vosotras y con vosotros.
¡Os espero!
Pero el resquemor de Lambán con Alegría aumentó aún más si cabe cuando dos años después, en 2019, terminó siendo la candidata del PSOE a la alcaldía de Zaragoza. Aquella contienda la terminó ganando el popular Jorge Azcón, -hoy presidente de Aragón-. Cabe reseñar que Lambán, como en su día Marcelino Iglesias, es un presidente que ha disfrutado casi siempre del control, del poder y de que nadie le hiciera sombra en su 'feudo'.
No obstante, el desembarco de Alegría comenzó a restarle protagonismo. Sobre todo en los medios, que empezaron a prestarle más atención. De nuevo, toda una osadía. Dentro del partido hay quien relaciona el ascenso de Pilar Alegría al Consejo de Ministros como una torta de Sánchez a Lambán, quien ahora mueve sus cartas para impedir que su archienemiga se haga con su feudo.
