Los ojos del mundo miran a Irán. La escalada del conflicto en Oriente Medio será decisión del régimen de los ayatolás, de su respuesta a la incursión terrestre de Israel en el sur del Líbano. Los analistas internacionales consultados por Vozpópuli concuerdan en que los próximos movimientos de Irán serán la clave para definir el alcance de la guerra de Israel. El ataque terrestre del Ejército hebreo en el sur del Líbano para borrar la influencia de Hezbolá en esa zona ha tenido como respuesta el lanzamiento de más de un centenar de misiles por parte de Irán y un atentado en Tel Aviv. El intercambio de golpes en Oriente Medio está siendo monitorizado al minuto por Estados Unidos, Rusia y China.
La reacción de Irán al desafío israelí "es la pregunta del millón", como señala Andrea Betti, doctor en Relaciones Internacionales y profesor en la Universidad Pontificia de Comillas. "Toda la estabilidad internacional depende de lo que haga Irán. Está en sus manos que se internacionalice el conflicto. Irán es enemigo de EEUU y de Occidente, y sería difícil que no respondieran ante una acción muy contundente contra Israel. Irán es el game changer de esta guerra, aunque no creo que los ayatolás tengan interés en una escalada. Los ayatolás seguirán financiando a sus proxys -terceros países o entes a los que las potencias utilizan en un conflicto para no enfrenarse de manera directa a otras-, pero no van a sacrificar la estabilidad de su régimen -que ha estado tambaleándose últimamente-".
José María Peredo, catedrático de Relaciones Internacionales en la Universidad Europea de Madrid (UEM), considera que la entrada de Irán u otros actores internacionales "no ha sido una posibilidad en ningún momento. Ha sido un riesgo, pero no ha habido acciones estratégicas para pensar que Irán va a intervenir de manera directa. No estamos como ayer, estamos peor en términos de estabilidad, pero tampoco estamos peor en términos de riesgo y amenaza".
En la misma línea se expresa el diplomático y exembajador de España ante la ONU, Inocencio Arias: "Irán va a estar quieto, ayudando a Hezbolá con armas y financiación pero sin entrar en guerra contra Israel".
Como explica Betti, la acción de Israel está encaminada a alejar la presencia de Hezbolá de sus fronteras. "Ya han tenido conflictos en el pasado pero desde el ataque de octubre de Hamás, Hezbolá ha lanzado misiles contra Israel y ha obligado a decenas de miles de ciudadanos de Israel a dejar sus casas en la frontera con el sur de Líbano. Es por ello que los hebreos aprovechan la situación de guerra contra Hamás para resolver el problema de Hezbolá. Aunque hay una diferencia importante entre esta maniobra y la de Gaza. Israel quiere acabar con Hamás, pero sabe que Hezbolá es un enemigo muchísimo más difícil. Muchos lo consideran el actor no estatal más armado, y está financiado por Irán. Pese a que no logren su desaparición Israel sí quiere que abandone su postura beligerante".
El objetivo de Irán
Los cientos de misiles lanzados por Irán contra Israel tendrían como fin enviar un mensaje de fuerza a la nación hebrea y los países árabes enemigos de los ayatolás, pero no se pueden interpretar como una declaración de guerra. Así lo considera un reconocido analista conocedor de los movimientos de Irán -y que prefiere mantener el anonimato-. "Irán tenía que lanzar un mensaje tras la incursión de Israel. Todo apunta a que se quedará en eso. La escalada del conflicto, de producirse, tendrá lugar en un momento menos evidente", afirma.
Este mismo analista cree que Israel ha intentado internacionalizar el conflicto con su ataque al sur del Líbano. "Quiere más apoyo de Europa y de Estados Unidos. La guerra está costando mucho dinero. El anterior ataque de misiles de Irán, en el que llegaron a impactar sus proyectiles supersónicos, costó un billón de dólares pararlo", subraya.
La posición de Estados Unidos y Rusia
El movimiento de Israel "aumenta las tensiones en la región y a nivel internacional", como indica Betti, pero "no parece que Estados Unidos tenga interés en involucrarse demasiado. La Administración Biden está haciendo lo posible por destensar el conflicto". Prueba de ello son las visitas de su secretario de Estado de Defensa, Lloyd Austin, a Tel Aviv recientemente o su intento de apaciguar a Irán, advirtiendo de "serias consecuencias" si interviene en el conflicto.
"El secretario de Estado, Anthoy Blinken, está abogando por la diplomacia y viajando a las capitales de todo Oriente Medio para conseguir un alto en fuego tanto en Gaza como en Líbano. No lo está consiguiendo, Las críticas de la Administración Biden a Israel son de fachada. No están demostrando tener demasiada influencia sobre Netanyahu", añade Betti.
Por su parte, Peredo cree que el "apoyo de Estados Unidos a Israel es inquebrantable, pero al mismo tiempo su acción política y diplomática están centradas en que Israel detenga la acción militar. Su actividad diplomática no significa que vaya a variar su apoyo en términos armamentísticos y financieros para la defensa de Israel".
En cuanto al papel de Rusia, Betti cree que "está colaborando cada vez más con Irán. Los ayatolás ayudan a los rusos en su Guerra de Ucrania a través de la producción de drones, y el Kremlin también asiste a Irán. Sin embargo, rusos y chinos ven más riesgos que beneficios en involucrarse demasiado en esta guerra de Oriente Medio". Este mismo lunes, el primer ministro de Rusia, Mijail Mishustin, se reunió con el presidente iraní, Masud Pezeshkian, en Teherán.
El papel de la ONU
En cuanto al papel de la ONU, Inocencio Arias -que conoce bien la institución- cree que no será destacado. "En la ONU Israel se fuma un puro. El Consejo de Seguridad no hará nada porque Estados Unidos vetará cualquier decisión contra Israel, como Rusia hace con Ucrania. Y en cuanto a la Asamblea General, Netanyahu va a ignorarla hasta conseguir sus objetivos".