El desenlace de la batalla por la dirección Podemos en la Comunidad en Madrid, con la victoria del aparato frente a los errejonistas, no ha traído la calma al partido violeta. Todo lo contrario. Las espadas siguen en todo lo alto y la prueba es el nuevo cisma que se ha abierto en las filas moradas, en este caso sobre la organización de la próxima Asamblea estatal del partido, la que marcará el rumbo de la formación y la segunda que se celebra tras la fundacional de Vistalegre en octubre de 2014.
Previsto para principios de 2017, aunque todavía sin fecha, este cónclave ya genera disparidad de opiniones sobre cómo debe ser afrontado. De nuevo, según fuentes internas, la visión del sector moderado, el que encabeza el secretario Político, Íñigo Errejón, está alejada de la que defienden los afines al líder violeta, Pablo Iglesias, y el círculo de poder que rodea al secretario de Organización estatal, Pablo Echenique. Mientras los primeros creen que debe ser el Consejo Ciudadano, máximo órgano entre congresos, el lugar donde se acuerden “los plazos, los ritmos y el orden de los debates” relativos a dicha Asamblea Ciudadana, los pablistas, entretanto, respaldan la campaña puesta en marcha por Echenique desde la Secretaría de Organización para ir acotando las discusiones desde el inicio, esto es, desde su emergencia en los territorios.
El pasado sábado, Echenique dirigió a la militancia de Podemos una misiva en la que avanza en qué consistirá esta depuración de ideas y reivindicaciones, que afectan tanto al funcionamiento interno del partido como a su ideario político. En concreto, el número tres de Podemos explica que esta campaña, denominada la Ruta 'Atarse los cordones', persigue el objetivo de que “se contesten y se trabajen desde la base y desde los territorios las preguntas fundamentales, para que así su respuesta desde lo local pueda integrarse en un mapa diverso y completo que pueda informar el debate político y organizativo en la próxima Asamblea Ciudadana Estatal”.
En ese sentido, Echenique, nombrado para el cargo por el propio Iglesias el pasado marzo, señala que la pretensión de la dirección morada es la de “abordar las preguntas clave” de cara a dicho cónclave, a fin de que esta cita trascendental “no sea una disputa entre posibles direcciones sino un diálogo rico y meditado del que salgan las mejores soluciones”.
Así mismo, el secretario de Organización añade que ha iniciado contacto con las direcciones autonómicas para “afinar la agenda y el contenido exacto de la ruta”. Se da la circunstancia de que buena parte de estos Consejos Ciudadanos regionales están controlados por leales a Pablo Iglesias, esto es, por partidarios de un discurso más radical y de una mayor movilización en la calle.
Además de todo ello, esta misiva remitida a la militancia incluye una aseveración que no ha gustado lo más mínimo a los errejonistas, apuntan las fuentes citadas. Es la afirmación de que a la próxima Asamblea estatal hay que llegar ya con las desavenencias bien diluidas y resueltas. “Tenemos la obligación de preparar entre todos y todas esa segunda Asamblea Ciudadana Estatal que se avecina y llegar a ella con los debates trabajados y con los deberes hechos”, reza la carta de Echenique.
La guerra de cargos no interesa a los colaboradores de Errejón, que todavía no contemplan ir en una lista diferente a la de los 'pablistas'
Los errejonistas, precisan las mismas fuentes, comparten el propósito de evitar una confrontación de corrientes en el Congreso de 2017 y creen incluso que sería bueno fomentar el debate de proyectos antes de la celebración del cónclave, pero siempre, y es aquí donde ponen el acento, “sin injerencias ni dirigismos”.
Junto a ello, señalan que hay una cuestión que debería respetarse por encima de todo y es que la discusión política tiene que ser abordada de “forma separada” a la elección de quiénes se ponen al frente de la formación morada en su nueva etapa. La guerra de cargos y nombres no interesa a los colaboradores de Errejón, que todavía no contemplan ir en una lista diferente a la de los pablistas, como ha ocurrido en las primarias de Madrid. Lo que preocupa al sector moderado es la esencia del proyecto y aquí está dispuesto a dar batalla, espoleado por la derrota de la pasada semana.
Una "mayoría nueva"
El portavoz de Podemos en la Cámara baja lo expresó así este martes: “Voy a seguir defendiendo los mismos postulados que creo pueden construir una mayoría nueva. Los postulados de un Podemos popular, de un Podemos patriótico, de un Podemos feminista, de un Podemos plurinacional y de un Podemos transversal. Ese es mi compromiso", enfatizo.
En esta línea, declaró que “Podemos tiene grandes retos ante sí y nosotros creemos que el principal de nuestros riesgos sería convertirnos en una fuerza política conformista”. Así, hizo un llamamiento a construir un proyecto que “ilusione y sea ganador, que cuide a los que ya están y dé mayor confianza a los que faltan”. “A mí me gusta ese espíritu de construir una mayoría nueva para ganar nuestro país”, sentenció Errejón.
Además, en una valoración que tuvo más de dardo a Iglesias y Echenique que de autocrítica, el dirigente morado subrayó que los datos del último barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) revelan que incluso en una coyuntura de crisis “aguda” como la que atraviesa el PSOE, todavía queda a Podemos un “trayecto por recorrer” para convertirse en alternativa de Gobierno. El sondeo del CIS sólo recogió un ligero repunte de Unidos Podemos (del 13,37% al 13,7%), siendo la coalición incapaz, por el momento, de captar al grueso de los socialistas descontentos.