Ciudadanos ha enterrado definitivamente la socialdemocracia. El partido de Albert Rivera ha ratificado en su IV Asamblea General el viraje ideológico diseñado por la cúpula con un 75% de apoyo. Las enmiendas a la totalidad de la nueva ponencia de valores -que incluye la definición del partido como "liberal, progresista, demócrata y constitucionalista" y elimina el "socialismo democrático" como fuente de referencia- han sido descartadas por abrumadora mayoría de los delegados del cónclave naranja. El escrito presentado por la corriente Mejor Unidos, formada por parte de la militancia histórica de Ciudadanos, no ha pasado del 25% de respaldo.
"Esperábamos mayor contestación, ha ido mejor de lo esperado", reconocen desde la dirección, que ha salvado en apenas dos horas los mayores escollos de este cónclave. Las siete enmiendas a la totalidad en los tres documentos que marcarán el rumbo del nuevo Ciudadanos -valores/ideario, estrategia y estatutos- han sido tumbadas, llegando en algún caso al 90% el nivel de apoyo registrado por el aparato.
La Asamblea continúa con el debate de las enmiendas parciales, algunas de las cuales están siendo transaccionadas entre los discrepantes y los oficialistas. En ideario podría acabar incluyéndose algún guiño progresista más, referente a la "solidaridad" que debe marcar el proyecto político del partido, concesiones que también se están negociando en estatutos y estrategia. Los tres espacios se debaten por separado, con unos 200 delegados en cada comisión, y las enmiendas que superen el 35% de apoyo tienen la obligación de votarse por el pleno de compromisarios. Si son transaccionadas, esa votación es innecesaria.
Rivera ha participado en la comisión de ideario, donde Juan Carlos Girauta ha defendido la ponencia de la Ejecutiva. El diputado catalán Sergio Sanz ha sido el encargado de rebatirla, blandiendo los argumentos por los cuales considera improcedente enterrar la socialdemocracia y que ya fueron relatados en este diario. Sanz es, junto al exdiputado en el Parlament Jordi Cañas, el líder de la corriente Mejor Unidos, que defendía mantener el ideario actual y no emprender el giro liberal que finalmente ha sido avalado por las bases.
