"Somos el mejor partido de España". Dolores Cospedal recordó sus palabras de hace diez años, cuando asumió la secretaría general del PP. Al presentar su informe ante el Congreso, repitió esta afirmación. "Hoy las suscribo tal cual, punto por punto". "Lo he dado todo en estos años por el partido, todo", dijo también con lágrimas contenidas. En la tarde de los adioses, Cospedal centró sus palabras al ensalzar la última década del PP, a sus victorias electorales (siete victorias por ninguna de la izquierda), a sus sacrificios e incluso a la corrupción. Mencionó a Rita Barberá, entre aplausos.
Una declaración de amor al partido, un rendido homenaje a la militancia, a los cargos, a las estructuras, a la entrega sin esperar nada a cambio. "Es el partido que quiere a España", subrayó.
Se refirió a la corrupción. "A quienes más indigna este asunto es a quienes más hemos defendido al partido" y elogió a los patriotas honrados que hay en el PP, porque "este partido nuestro merece ser defendido". Alusión directa a Santamaría, que lanzó una invectiva a este cuestión durante la campaña. "Pido que el PP no agache la cabeza y no deje de pedir responsabilidades al presidente del Gobierno, que nada dijo sobre este asunto durante su investidura".
Elogio a la militancia, a los cientos de miles que defienden un modelo de sociedad, "nuestro tesoro auténtico, sois los que nos hacéis invencibles". "No habéis fallado nunca", resumió en su mensaje rebosante de agradecimiento a los afiliados, protagonistas en este proceso electoral para elegir al sustituto de Rajoy. "Siempre en estos diez años, lo que más me ha ayudado es la fortaleza de nuestra gente". Una alusión al futuro. "Seguiréis manteniendo la llama viva de todo este esfuerzo", dijo antes de entregar el testigo. "Os pido perdón a quienes haya podido herir u ofender", dijo, en tono muy firme, "sin frustraciones'.
De Grandes movió también a la emoción y las lagrimas a Rajoy. "Nos duele en el alma que te vayas. No retiraré tu retrato de mi despacho"
Todo el mundo en pie porque va a sonar el himno de España. Luis de Grandes, presidente del Comité organizador, abrió el Congreso con estas palabras. Saludó a los hijos de Adolfo Suárez y de Manuel Fraga, presentes en primera fila, y se adentró en justificaciones por la falta de espacio. Los 3.082 compromisarios. Dolores Cospedal se había emocionado ya al escuchar el himno. Rajoy ofrecía una imagen circunspecta, feliz de la ovación con que se le recibió al entrar en la sala. Minutos antes, Pablo Casado hizo su entrada bajo gritos de "presidente, presidente".
De Grandes movió también a la emoción y las lagrimas a Rajoy. "Nos duele en el alma que te vayas. No retiraré tu retrato de mi despacho", decía, entre aplausos de la concurrencia. Era la tarde del presidente. De su adiós.
Pastor le cataloga como el mejor presidente
Ana Pastor, por su parte, asumió la presidencia del Congreso también con palabras emotivas: "Eres el mejor presidente que hemos tenido nunca. Una gran persona, gran calidad humana que tienes, en ti han visto valores, lo han visto en el partido, en el Congreso, el líder discreto, el político de una sola pieza, que cree profundamente en su país, que ha mantenido unido al PP, un partido al que ha servido 40 años".
Una catarata de elogios afectuosos de quien es su gran amiga en la política y en la vida personal. "Todos los españoles han visto cómo has cambiado España, estabilizar la economía, el compromiso con los derechos de los españoles, la unidad de la nación, el retorno a la prosperidad", y añadía que "la España de hoy es el esfuerzo de tu obra".