Últimas horas de campaña para el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, que este martes ha desembarcado en Gerona para tratar de frenar la debacle que dibujan los sondeos para el PP catalán de Xavier García Albiol. El jefe del Ejecutivo echa el resto y visita la ciudad donde fue alcalde el expresidente Carles Puigdemont.
Los populares lograron cosechar en la provincia 30.860 papeletas en las generales de 2016 y ahora se esfuerzan por afianzarlas hasta el final, pues esto les daría dos diputados en el Parlament. Si no logran mejorar los pronósticos de las encuestas, ese diputado podría irse a la CUP.
Desde Génova han desplegado todas sus fuerzas en los últimos días para tratar de convencer a la gran bolsa de indecisos de que los votos que pierda el PP no irán a Ciudadanos, sino a los antisistema o a los republicanos del exvicepreidente encarcelado Oriol Junqueras.
"Votar al PP es el voto más útil. Sin el PP no es posible construir una alternativa al independentismo en el Parlament. Sencillamente, porque no dan los números", ha enfatizado durante su intervención ante cerca de doscientos simpatizantes. "Nunca fue tan decisivo el último 'arreón 'en una campaña. Hay muchas personas que están dudando y hay que darles razones y argumentos. Cada voto al PP acerca más un gobierno constitucional", ha sentenciado Rajoy.
Caminata y museo de juguetes
El presidente comenzaba muy temprano el último día de campaña, después de que este lunes por la noche celebrase un encuentro con representantes de las casas regionales en Barcelona. Cuando aún no había amanecido en la ciudad condal, Rajoy ya estaba dando su habitual caminata a paso ligero acompañado de su jefe de Gabinete Jorge Moragas, en los alrededores del puerto de Barcelona.
Después tomaba el AVE en la estación de Sants hasta la localidad gerundense de Figueras, donde esta noche cerrará la campaña. La visita exprés no estaba marcada inicialmente en la agenda, aunque allí ha sido recibido por un grupo de ciudadanos entre vítores y algún abucheo que le reclamaba la libertad para los "presos políticos".
Junto al candidato Albiol ha aprovechado para visitar el museo del juguete. En una de sus salas, Rajoy se ha parado ante un tren antiguo que estaba expuesto en una vitrina. "Es el juguete que todos queríamos cuando éramos niños", ha exclamado antes de detenerse después ante un juego de canicas que le ha recordado a su infancia en León. También han visto máquinas de coser, la muñeca Mariquita Perez, y la pieza estrella del museo, un 'osito' de peluche comprado en París por los padres de Salvador Dalí.
"Gracias por la acogida, Figueres", ha comentado Rajoy en las redes sociales antes de continuar su camino hacia "el nido de la serpiente", como denominan en tono de broma los populares a la localidad que gobernó Puigdemont. Allí ha celebrado una comida-mítin junto al delegado del Gobierno en Cataluña, Enric Millo y el propio Albiol.