José María Aznar se estrena en esta precampaña electoral. Este miércoles participa en Valencia en un mitin junto a Isabel Bonig, candidata a la presidencia de la Generalitat, y María José Catalá, aspirante a la alcaldía. Aznar no se sumaba a una campaña de su partido desde las elecciones de 2015. Se distanció de Mariano Rajoy y no quiso saber nada más del PP.
La llegada de Casado a la cúpula de Génova ha modificado el panorama. Aznar se ofreció a participar en estas elecciones, "allá donde me llamen". El presidente del PP le ha invitado a debutar en Valencia, una de las plazas históricas del partido, donde pretende recuperar tanto la presidencia de la región como la alcaldía de la ciudad. Los sondeos anuncian una posible victoria del bloque de centroderecha, con el camino abierto hacia un gobierno 'a la andaluza'.
El PP teme un avance de Vox en esta comunidad, donde se detecta un movimiento creciente de votantes rumbo al partido de Abascal. Aznar es un buen antídoto contra la formación verde, según confiesan en Génova. Casado quiere que el expresidente haga campaña no sólo en Valencia, sino que también se emplee a fondo en Madrid y en Castilla y León, donde goza de enorme predicamento. Mariano Rajoy, por contra, parece que no se sumará a la campaña, en especial por la 'limpia' llevada a cabo por Casado de sus más fieles en las listas al Congreso y el Senado.
La derrota del PSOE
Ximo Puig, presidente de la comunidad, adelantó las elecciones ante el riesgo de una derrota del PSOE que ya avanzan las encuestas. El retroceso de Compromís, aliado de los socialistas, puede derribar el denominado 'lacto del Botánico', y dar paso a un vuelco en el escenario político de la región.
Aznar impulsa, en todas sus intervenciones, la necesidad de que las fuerzas del centroderecha se unan en 'la causa común' en torno al Partido Popular, que es la formación con capacidad de ser alternativa de Gobierno. Durante su reciente estancia en Las Palmas, donde presentó su último libro, El futuro es hoy, Aznar señaló que la mayoría social del país no es de izquierdas, en contra de lo que se predica incesantemente, sino que se enmarca "en el sector del centro y de la derecha".
El expresidente de los populares exhorta a la responsabilidad de las formaciones constitucionalistas para que agrupen su voto en torno a la candidatura de Casado ya que la fragmentación de los sufragios contribuirá a alimentar "el riesgo máximo de que finalmente la izquierda secesionista se haga con el poder".
