A Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) no le basta la reforma del Estatuto de Autonomía (2006) que le ha propuesto Pedro Sánchez a cambio de dar vía libre a su investidura. Los independentistas están presionándole para que se comprometa a un referéndum "no vinculante" sobre el futuro de Cataluña, que convocaría el propio presidente del Gobierno en base al artículo 92 de la Constitución, según aseguran a Vozpópuli diversas fuentes conocedoras de los contactos.
La respuesta del PSOE es no porque, además de que sería declarado ilegal por el Tribunal Constitucional (TC) -PP y Vox recurrirían la autorización por el Congreso de ese pretendido derecho de autodeterminación-, la realidad es que "políticamente sería vinculante, se diga lo que se diga ahora", admiten fuentes socialistas. Una mayoría de los catalanes pronunciándose a favor de separarse de España, "no tendría vuelta atrás".
Esto explica que la portavoz de ERC, Marta Vilalta, advirtiera el miércoles que la negociación no avanza "desde hace días". Sorprendió porque, tan solo 24 horas antes, su portavoz en el Congreso, Gabriel Rufián, y la vicesecretaria general del PSOE, Adriana Lastra, habían escenificado una cuarta reunión al término de la cual el PSOE comenzó a dar por hecha la investidura de Sánchez el 30 de diciembre. Bien es cierto que resultó significativo, sin embargo, que no hubiese comunicado ni conjunto ni por separado.
Y es que en las tres reuniones anteriores sí se cuidó al milímetro la escenificación. Emitieron notas por separado tras la primera cita y uno conjunto tras la tercera, el cual dio pie a la convicción en el seno del PSOE de que estábamos ante una investidura "inmediata". De hecho, eso fue lo que dio a entender el propio jefe del Ejecutivo a los presidentes autonómicos este mismo martes.
Que jo sàpiga, el portaveu d'@Esquerra_ERC no és l'Ábalos. Aquí, ningú d'ERC renuncia a cap via democràtica per aconseguir la República Catalana. L'únic que s'ha d'acabar de soca-rel és la repressió perpetrada per l'Estat espanyol. pic.twitter.com/DYfUdQ3PZc
— MartaVilaltaTorres? (@martavilaltat) December 18, 2019
Vilalta acusó de "chantaje" a los socialistas, a los que ven acuciados por las prisas de Sánchez para ser investido antes de que acabe el año en un Pleno del Congreso que comenzaría el viernes 27 de diciembre y concluiría el lunes 30 con la segunda votación y la ansiada abstención de Esquerra. "No renunciaremos nunca a la República Catalana" y al referéndum para conseguirla, avisó la dirigente republicana en lo que supone un jarro de agua fría respecto a que ese calendario se cumpla.
De hecho, la ponencia política del XXVIII Congreso Nacional de ERC, que comienza el sábado en Barcelona, no solo no abjura de la vía unilateral como había asegurado el secretario de Organización socialista e interlocutor de Marta Vilalta en la mesa de negociación, José Luis Ábalos, sino que los republicanos se reafirman en ella: "creemos que el referéndum es el mejor instrumento" para conseguir la independencia de España; Y, "si puede ser con complicidades internacionales", mejor.
Sánchez confia en que la mesa de gobiernos con Torra y Aragonés acuerde una simple reforma del Estatuto (2006), que luego sea sometida al preceptivo referéndum entre la ciudadanía catalana
De momento, el partido del encarcelado Oriol Junqueras ya ha arrancado al PSOE la consideración de que Cataluña sufre un "conflicto político", no solo de "convivencia", como venía defendiendo Sánchez en la campaña electoral, y que en los comunicados se hable de "seguridad jurídica" y no de la Constitución de 1978. Además, el PSOE está dispuesto a una mesa de diálogo entre gobiernos, con Sánchez y el presidente de la Generalitat, Quim Torra, al frente, pero también con el vicepresidente de la Generalitat, el republicano Pere Aragonés, en la misma.
La esperanza de los socialistas, no obstante, sigue siendo que los republicanos se conformen con la mesa y las concesiones dialécticas mencionadas para lograr la abstención de sus trece diputados en la investidura. Y, una vez arranque el diálogo entre gobiernos, el PSOE pondrá encima de la mesa una reforma del Estatuto de 2006 sobre la base de los 14 artículos que el TC cepilló o directamente rechazó después de que los catalanes lo hubieran ratificado en el preceptivo referéndum vinculante.
Lo relevante de esa reforma es, a ojos de los socialistas, que tendrá que ser votada por los catalanes y esa llamada a las urnas zanjaría el "agravio" que, según los independentistas, ha sufrido esa comunidad por parte del poder central y que se encuentra, señalan, en el origen de la desestabilización política que vive desde hace una década.
ERC sostiene que hay una mayoría de 187 diputados en el Congreso para convalidar la convocatoria del referéndum por el Gobierno, a la espera de lo que dijera el Constitucional sobre los recursos de PP y Vox
El problema es que, llegados a este punto del conflicto, explica otra de las fuentes consultadas, "a ERC ya no le basta eso"; y no solo porque se sienta políticamente presionada por Torra, Carles Puigdemont, su partido JxCat, y las CUP, y en la calle por los Comités de Defensa de la República (CDR) y las radicalizadas Asamblea Nacional de Cataluña (ANC) y Omnium Cultural.
La clave es que los republicanos han echado cuentas y se han percatado de que sumando los diputados de PSOE (120), Unidas Podemos (35), ERC (13), JxCat (8), CUP (2) Más País de Íñigo Errejón (2), Compromís (1), BNG (1), y Bildu (5) sale una rotunda mayoría de 187 diputados para sacar adelante la autorización del Congreso a ese hipotético referéndum "no vinculante" al amparo del artículo 92 de la Carta Magna. Y quieren un compromiso por escrito de que el Gobierno lo aprobará una vez pedro Sánchez sea investido presidente del Gobierno.